Contra todo pronóstico, el senador opositor Rodrigo Paz Pereira, economista de 57 años y exalcalde de Tarija, dio el gran golpe en las elecciones generales de Bolivia al encabezar los resultados con más del 32% de los votos válidos. Su ascenso es considerado la gran sorpresa del proceso, ya que partió relegado en las encuestas y terminó asegurando un lugar en la segunda vuelta contra el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga, quien obtiene un 26,81%.

Una biografía marcada por el exilio y la política

Nacido en Santiago de Compostela en 1967 durante el exilio de sus padres, es hijo de la española Carmen Pereira y del expresidente boliviano Jaime Paz Zamora (1989-1993). Su infancia transcurrió en distintos países debido a las persecuciones de las dictaduras militares. Economista con estudios en relaciones internacionales, ha ocupado diversos cargos públicos: diputado, concejal, alcalde de Tarija (2015-2020) y actualmente senador por Comunidad Ciudadana, el bloque liderado por Carlos Mesa.

En 2015 derrotó al Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales en las municipales de Tarija, y en 2019 integró la Coordinadora de la Defensa de la Democracia, que presionó para exigir segunda vuelta en medio de denuncias de fraude.

La dupla con el “Capi Lara”

Paz Pereira compite bajo las siglas del Partido Demócrata Cristiano (PDC), acompañado por el ex capitán de Policía Edman Lara, conocido en redes sociales por denunciar presuntos casos de corrupción en Carabineros de Bolivia, hasta ser dado de baja en 2024.

De ganar, Lara asumiría la presidencia del Legislativo. La fórmula propone cortar “gastos superfluos” del Estado, eliminar el “Estado tranca”, profundizar la descentralización de recursos y aplicar “mano dura contra la corrupción”.

El mensaje de Paz: estabilidad y consensos

En entrevista con EFE, se definió como “un hombre que tiene dos felicidades enormes, amar a la patria y amar a su familia”. Su proyecto, afirmó, busca “generar un gran acuerdo, un consenso” y devolver estabilidad a Bolivia. “Bolivia necesita estabilidad, necesita gobernabilidad, pero necesita acabar con el Estado tranca para que el Estado trabaje para nosotros y nosotros para el Estado”, enfatizó.

Consciente de la fragmentación política, subrayó que su experiencia como legislador y alcalde le permitiría tender puentes para alcanzar mayorías.

La agenda con Chile: pragmatismo y comercio

Un eje de su campaña ha sido la relación con Chile, planteada desde un enfoque pragmático y económico. “Evo (Morales) perdió el mar en La Haya. (Luis) Arce perdió el río Silala en La Haya. Ya no podemos pedir nada”, declaró recientemente en un acto recogido por El Mercurio.

Su propuesta apunta a abrir un nuevo capítulo bilateral: “Luchemos por una relación comercial diferente con Chile. Si queremos un prepuerto, un puerto seco, tenemos que hacer una nueva relación con Chile”.

El candidato insistió en que El Alto debe ser el polo beneficiado de un acuerdo que potencie el comercio boliviano en el Pacífico. En esa línea, reiteró un llamado que ya había hecho en 2023: “Hagamos una apertura de relaciones diplomáticas, comerciales, para que El Alto sea la más beneficiada”.

Su mensaje es claro: “La gente quiere platita, comercio, no comen de ideología o derrotas en La Haya. Comen de negocios, de generar riqueza, de vender productos, comprarlos o producirlos”.