La confrontación verbal entre Diosdado Cabello, número dos del chavismo, y funcionarios del gobierno de Estados Unidos alcanzó esta semana un nuevo punto álgido. En un discurso plagado de acusaciones, ironías y amenazas veladas, el dirigente venezolano arremetió contra diplomáticos estadounidenses y figuras opositoras, desatando una fuerte respuesta desde Washington que acentúa el deterioro de las relaciones bilaterales.
Cabello acusa a diplomáticos de conspiración
Durante su alocución semanal, Cabello acusó directamente a John McNamara, encargado de Negocios de la embajada de EE.UU. en Colombia, de estar involucrado en un supuesto plan para desestabilizar a Venezuela y al gobierno de Gustavo Petro en Colombia.
“Recuerda que yo te advertí sobre el ‘McNaloco’, quien anda conspirando abiertamente contra Petro y nuestro país”, señaló el dirigente chavista en tono desafiante, según medios estatales venezolanos.
También apuntó sus dardos contra Marco Rubio, secretario de Estado estadounidense, a quien acusó de planear un esquema para derrocar al presidente Nicolás Maduro, con fines electorales de cara a los comicios presidenciales de 2028 en EE.UU.
“Ya tienen hasta un departamento para diseñar falsos positivos… vienen por una guerra de desgaste en contra de nuestro pueblo, mientras intentan seducir a nuestros militares”, denunció Cabello.
Respuesta de Washington: «Una pandilla de brutos criminales»
La respuesta más fuerte llegó desde el propio gobierno estadounidense. Christopher Landau, subsecretario de Estado, replicó en su cuenta de X (ex Twitter) con duras palabras: “Usted y su pandilla de brutos criminales han destrozado su patria como pocas veces en la historia humana se ha destrozado un gran país”.
Landau responsabilizó a Cabello y a la cúpula chavista de la devastación institucional y humanitaria que vive Venezuela, y añadió que: “Las elecciones del año pasado y el tsunami de migración al exterior demuestran claramente para el mundo entero el repudio absoluto de su propio pueblo”.
Crisis humanitaria sin precedentes
Este intercambio ocurre en medio de una de las peores crisis humanitarias del continente. Más de 7,7 millones de venezolanos han abandonado el país en la última década, según cifras de ACNUR, consolidando la mayor ola migratoria de América Latina en tiempos recientes.
“Son ustedes los que han acosado y declarado la guerra al gran pueblo de Venezuela”, sentenció Landau, en una de las frases más potentes de su mensaje.
Recompensas y burlas
Cabello también se refirió, en tono irónico, al aumento de la recompensa ofrecida por EE.UU. para la captura de Nicolás Maduro, que subió a 50 millones de dólares. Él mismo, actualmente, tiene una recompensa de 25 millones de dólares, acusado por el Departamento de Justicia de liderar el Cartel de los Soles, implicado en narcotráfico internacional.
“Yo tengo un reclamo, a mí no me aumentaron nada… me tiene pensativo. ¿Qué hice mal?”, ironizó Cabello.
Estrategia del chavismo: discurso de conspiración externa
Analistas destacan que este tipo de discursos por parte del chavismo responde a una estrategia para reforzar la cohesión interna, en momentos de profunda crisis económica, hiperinflación y precariedad social.
“La narrativa del enemigo externo permite justificar el control autoritario y desviar la atención de la situación interna”, coinciden expertos en política venezolana.
Apoyos internacionales versus aislamiento regional
Mientras Washington y sus aliados mantienen sanciones e investigan al régimen por presuntos crímenes internacionales, Rusia, China e Irán se han consolidado como aliados clave de Maduro. Estos países han suministrado respaldo militar, financiero y energético, facilitando la supervivencia del régimen pese al cerco internacional.
Por su parte, EE.UU. denuncia que la red chavista opera con estos regímenes autoritarios en actividades ilícitas, incluyendo el narcotráfico, lo que profundiza la confrontación geopolítica.
“La historia demuestra cómo terminan los tiranos”
Landau cerró su mensaje con una advertencia simbólica: “La historia demuestra cómo terminan los tiranos”, escribió, en clara referencia al eventual colapso del chavismo frente a la presión judicial y política internacional.
Un régimen en el centro de la tormenta
Este nuevo episodio diplomático refleja la creciente fragilidad del gobierno venezolano en el plano internacional, donde su legitimidad sigue siendo ampliamente cuestionada. Con sanciones, investigaciones y el rechazo de buena parte de la comunidad internacional, el régimen de Maduro y figuras como Cabello enfrentan cada vez mayores desafíos para sostener su poder.
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