La crisis venezolana entra en una nueva fase de tensión internacional luego de que el gobierno de Estados Unidos, liderado por el presidente Donald Trump, ordenara el despliegue de buques de guerra hacia el mar Caribe, como parte de una operación para combatir el narcotráfico en la región.
Frente a esta decisión, la líder opositora venezolana María Corina Machado advirtió al régimen de Nicolás Maduro que la administración Trump “no está jugando”, subrayando la seriedad con la que Washington está abordando la situación.
María Corina: “Esto es bastante serio”
En una entrevista con FOX News, Machado señaló que la presencia militar estadounidense y el respaldo de la Casa Blanca intensifican la presión sobre el régimen chavista, en un contexto de creciente aislamiento internacional.
“Esto es bastante serio. Esta es una estructura criminal que está usando Venezuela para canalizar toneladas de drogas que llegan a Estados Unidos”, sostuvo la opositora, aludiendo a los vínculos del chavismo con redes de narcotráfico.
Machado también afirmó que existe una «alianza muy fuerte» entre las fuerzas opositoras internas y actores internacionales, especialmente Estados Unidos, a favor de una transición democrática. Añadió que «muy pocos altos mandos militares apoyan aún a Maduro» y que deberán tomar una decisión ante el nuevo escenario.
Desde la clandestinidad, Machado concluyó con una visión optimista del futuro: “Vamos a convertir a Venezuela desde una cueva de criminales hasta un lugar seguro de todas las Américas, con oportunidades energéticas y de recursos que va a ser increíble para toda América”.
El Cartel de los Soles: foco de la ofensiva estadounidense
La situación escaló tras las declaraciones del secretario de Estado, Marco Rubio, quien el pasado 14 de agosto afirmó que la administración Trump “confrontará” a todos los carteles del narcotráfico que amenacen la seguridad nacional, haciendo referencia directa al Cartel de los Soles, que según Washington es encabezado por Nicolás Maduro.
La semana pasada, Terry Cole, director de la DEA, acusó formalmente al régimen venezolano de colaborar con las guerrillas colombianas del ELN y exmiembros de las FARC para trasladar “cantidades récord de cocaína” hacia los carteles mexicanos y posteriormente a Estados Unidos.
“Venezuela se ha convertido en un estado narcoterrorista”, afirmó Cole, subrayando los vínculos entre el chavismo, el narcotráfico y organizaciones criminales regionales como el Tren de Aragua y el Cartel de Sinaloa.
Washington: despliegue militar en el Caribe
En respuesta a estas amenazas, la Casa Blanca confirmó esta semana el envío de un escuadrón anfibio estadounidense hacia el sur del Caribe, frente a las costas venezolanas. El despliegue incluye los buques de guerra USS San Antonio, USS Iowa Jima y USS Fort Lauderdale, que transportan en total a 4.500 efectivos, incluidos 2.200 marines.
Fuentes citadas por Reuters indicaron que la operación busca “abordar amenazas a la seguridad nacional de EE.UU.”, en particular aquellas vinculadas a organizaciones narco-terroristas.
Además, el despliegue incluiría submarinos nucleares, destructores, aviones de reconocimiento P8 Poseidon y un buque con misiles de precisión.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que el presidente Trump está “preparado para frenar el narcotráfico y llevar a los responsables ante la Justicia”, calificando sin ambigüedades al régimen de Maduro como “un cartel del narcotráfico”.
Maduro responde y habla de “provocación”
Desde Caracas, las autoridades venezolanas denunciaron las medidas de Estados Unidos como una amenaza directa a la estabilidad regional. Según voceros del régimen, el despliegue de fuerzas militares estadounidenses evidencia la “falta de credibilidad” de Washington y representa un intento de intimidación geopolítica.
Pese a estas declaraciones, la presión internacional y el aislamiento diplomático de Caracas parecen profundizarse, especialmente tras la designación oficial del Cartel de los Soles como organización terrorista el pasado 25 de julio.
Un escenario cada vez más tenso
Con el despliegue militar en marcha y la retórica endurecida por parte de Estados Unidos, la situación en Venezuela se sitúa nuevamente en el centro del conflicto hemisférico. La participación activa de la DEA, la Casa Blanca y el Departamento de Estado, sumada a las advertencias de figuras opositoras como Machado, proyecta un escenario cada vez más delicado, con la posibilidad de un incremento en la presión internacional y nuevos movimientos en el tablero geopolítico latinoamericano.
/psg