Caracas, Managua y Miami concentran por estos días la atención internacional ante los recientes movimientos del régimen chavista, en medio de la creciente presión militar y judicial de Estados Unidos sobre el dictador venezolano Nicolás Maduro.

Según reveló el periodista Jaime Bayly y reportó la cadena NTN24, existen indicios de una posible fuga de Maduro y su familia hacia Nicaragua, principal aliado político del chavismo en la región.

Vuelos de Conviasa bajo sospecha

Bayly afirmó que “el dictador venezolano Maduro estaría planeando fugarse con su esposa, sus hijos y sus hijastros a Nicaragua”. El periodista agregó que el avión presidencial de Conviasa —un Airbus A340 matrícula YV1004— voló recientemente desde Maiquetía (Caracas) hasta Managua, hecho registrado por plataformas de monitoreo aéreo como FlightRadar24.

Aunque Maduro y su familia no estaban a bordo, Bayly sostuvo que la aeronave habría transportado dinero en efectivo y lingotes de oro hacia Managua: “Maletas, cajas llenas de dólares y euros, principalmente euros, además de barras de oro”.

La misma aeronave ya había realizado un vuelo similar el 15 de agosto y, en otra ocasión, incluso desvió ruta hacia La Habana antes de regresar a Caracas. Para Bayly, estos movimientos responden a preparativos de escape frente a una posible intervención estadounidense.

Nicaragua como refugio del chavismo

El periodista venezolano Emmanuel Rincón, citado por Bayly, aseguró que Managua es considerada desde hace años por el círculo cercano de Maduro como su principal refugio en caso de crisis. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo es visto como garante de protección política y judicial.

Bayly agregó que esta opción cobra más fuerza tras el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, que incluye destructores, submarinos nucleares y miles de marines.

Aeropuertos caribeños en la mira

En paralelo, la periodista Nitu Pérez Osuna denunció que aeropuertos como Curazao y Aruba habrían restringido vuelos directos a Caracas y podrían ser evaluados como bases operativas para aviones estadounidenses en una eventual intervención. Trinidad y Tobago también habría mostrado disposición a colaborar.

Presión militar y judicial de EE.UU.

La administración de Donald Trump acusa formalmente a Maduro de liderar el Cartel de los Soles, designado como organización terrorista responsable del tráfico de cocaína y fentanilo hacia Estados Unidos.

En consecuencia, Washington ha elevado el nivel de vigilancia sobre vuelos oficiales venezolanos y ha desplegado buques de guerra y aviones de patrullaje en aguas internacionales del Caribe.

Demandas en Miami contra el chavismo

Al mismo tiempo, en Miami, tres familias estadounidenses —Kennemore, Marval y Saad— presentaron demandas contra Maduro, Diosdado Cabello, Vladimir Padrino López y otros jerarcas chavistas. Los acusan de secuestro y tortura en represalia por la detención y posterior extradición a EE.UU. de Álex Saab, considerado testaferro de Maduro.

Las familias habrían sido utilizadas como rehenes en un canje de prisioneros, tras permanecer casi dos años detenidas en cárceles venezolanas.

Crece la incertidumbre sobre el futuro de Maduro

Los movimientos aéreos hacia Managua, las recompensas de hasta 80 millones de dólares ofrecidas por EE.UU. por la captura de Maduro, Cabello y Padrino López, y los procesos judiciales abiertos en Nueva York y Miami, aumentan la percepción de que el régimen chavista atraviesa una coyuntura crítica.

Mientras líderes regionales como el presidente paraguayo Santiago Peña denuncian los vínculos de Caracas con el narcotráfico, voces como la de Gustavo Petro intentan desmarcar a Venezuela de estas acusaciones, afirmando que el Cartel de los Soles “no existe” y responsabilizando a actores externos como la DEA.

En este escenario, los analistas interpretan los vuelos de Conviasa y la creciente presión diplomática como señales de una eventual fuga de Maduro y su entorno, lo que marcaría un giro decisivo en la crisis venezolana.

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