Tras meses de retraso y debate, el gobierno chileno autorizó oficialmente la implementación del uso de pistolas Taser —tecnológicamente conocidas como Dispositivos Electrónicos de Inmovilización Temporal (D.E.I.T.)— por parte de Carabineros de Chile. La aprobación marca un hito en el fortalecimiento del arsenal policial no letal, con el foco puesto especialmente en casos de violencia intrafamiliar (VIF).

Autorización oficial llegó en agosto

La resolución se concretó luego de que, el pasado lunes 18 de agosto, llegara un oficio a la Subsecretaría de Seguridad Pública solicitando la autorización para el uso de las armas Taser. La respuesta del gobierno fue positiva y llegó ese mismo viernes, autorizando la implementación total del programa.

Aunque inicialmente el plan piloto estaba previsto para marzo de este año, los tiempos se fueron extendiendo. Fuentes de gobierno atribuyen el retraso a diversos factores:

  • Ajustes administrativos y protocolos de uso,

  • Cambios institucionales derivados de la creación del Ministerio de Seguridad en abril, y

  • La necesidad de perfeccionar la cartilla de regulación para su utilización.

Desde febrero existía protocolo interno aprobado

El proceso se remonta a febrero de 2025, cuando Carabineros emitió un oficio firmado por el general inspector Enrique Monrás, donde se aprobaba el protocolo para el porte, uso y mantenimiento de las Taser. Sin embargo, desde entonces, la discusión sobre su implementación se mantuvo en pausa en la Unidad Consultiva para la reforma de Carabineros, una instancia que reúne a actores del mundo civil y gubernamental.

En la última sesión en que se discutió el tema —marzo de 2025— surgieron nuevas dudas cuando la general Claudia Carrasco explicó que el uso de las armas no estaría limitado solo a VIF, sino que también incluiría casos del plan cuadrante de seguridad preventiva.

Preocupaciones desde el mundo civil

Organizaciones de derechos humanos han expresado sus reparos. Desde Amnistía Internacional, la coordinadora de investigación Viviana Cáceres señaló:  «Seguimos viendo con mucha preocupación la falta de información y certezas respecto de la implementación del proyecto piloto con armas Taser.»

Cáceres confirmó que en marzo enviaron una carta al Presidente de la República, advirtiendo sobre el estancamiento de la reforma policial, y solicitó formalmente que en la reunión de esta semana de la Unidad Consultiva se entregue claridad sobre el estado actual del plan.

«La información que hemos recibido hasta ahora ha sido contradictoria», agregó.

Compra y capacitación en curso

Con la autorización ya entregada, ahora comienza la etapa de adquisición de armamento por parte de Carabineros. Las fuentes señalan que se comprarán pistolas Taser de último modelo (tipo DATE), con un costo aproximado de $5 millones por unidad.

En paralelo, se activarán las capacitaciones para el personal policial, esenciales para garantizar el uso correcto y proporcional de estos dispositivos no letales.

Plan piloto comenzaría antes de fin de año

Aunque aún no hay una fecha oficial, el plan piloto sigue teniendo como principal foco los casos de violencia intrafamiliar, aunque no se descarta su uso en otros contextos operativos, como lo explicó Carabineros en su exposición ante la Unidad Consultiva en marzo.

Según fuentes conocedoras del proceso, el despliegue inicial de las Taser se realizará antes de que termine 2025.

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