La reciente aparición del cometa interestelar 3I/ATLAS ha captado la atención de astrónomos y entusiastas del espacio en todo el mundo. Se trata del tercer objeto conocido que llega a nuestro sistema solar desde el espacio interestelar, después de ‘Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.

Sin embargo, lo que ha generado un mayor revuelo en los últimos días no es solo su origen, sino la hipótesis planteada por algunos científicos: ¿podría 3I/ATLAS ser una nave extraterrestre?

¿Nave o cometa? El debate entre científicos

El astrofísico de Harvard Avi Loeb, conocido por sus teorías controversiales sobre inteligencia extraterrestre, sugirió en un artículo reciente que el cometa 3I/ATLAS podría no ser un objeto natural, sino una posible estructura artificial enviada por una civilización alienígena.

Según Loeb, algunas de las características inusuales del objeto —como su forma, comportamiento dinámico y composición química— podrían justificar la idea de que no se trata de un simple cometa.

“La ciencia debe estar abierta a todas las posibilidades cuando hay datos anómalos”, afirmó Loeb. “No podemos descartar que se trate de una tecnología alienígena solo porque suena improbable”.

Lo que la ciencia ha observado realmente

Sin embargo, la mayoría de la comunidad astronómica no comparte esta postura. Observaciones realizadas con telescopios avanzados, como el James Webb Space Telescope (JWST), han permitido estudiar a fondo las propiedades del 3I/ATLAS, revelando datos más consistentes con un cometa convencional:

  • Trayectoria hiperbólica, típica de objetos interestelares, lo que indica que viene del exterior del sistema solar y no está ligado gravitacionalmente al Sol.

  • Composición química rica en dióxido de carbono y agua, según los análisis espectrales.

  • Núcleo estimado entre 320 metros y 5,6 kilómetros, similar al tamaño de otros cometas naturales.

  • Emisión de gas y polvo, como es común en cuerpos helados que se aproximan al Sol.

¿Es peligroso para la Tierra?

A pesar del interés público y la especulación, los astrónomos aseguran que 3I/ATLAS no representa ningún riesgo para nuestro planeta. Su trayectoria no implica una colisión, y aunque pasará relativamente cerca del Sol y de la Tierra en los próximos meses, lo hará a una distancia segura.

“No hay ninguna razón científica para pensar que este objeto sea artificial o peligroso”, señaló la NASA en un comunicado. “Todo indica que estamos observando un cometa natural que simplemente proviene de otro sistema estelar”.

La importancia de mantener el rigor científico

La teoría de que 3I/ATLAS es una nave alienígena ha sido duramente criticada por otros científicos por falta de evidencia sólida. Muchos señalan que, aunque es válido explorar hipótesis alternativas, se debe hacer con base en datos verificables y sin caer en el sensacionalismo.

“Proponer explicaciones extraordinarias requiere pruebas extraordinarias”, recordaron desde el Instituto SETI. “Hasta ahora, todo lo que sabemos apunta a un cometa, no a una nave”.

Conclusión: 3I/ATLAS es un cometa, no una nave

Aunque el misterio y la fascinación por la vida extraterrestre persisten, la evidencia actual indica que 3I/ATLAS es un cometa interestelar natural. No hay pruebas convincentes de que se trate de una estructura artificial o de una nave enviada por otra civilización.

No obstante, su paso por el sistema solar representa una oportunidad única para los astrónomos, que continúan estudiándolo para entender mejor la composición y el origen de los objetos interestelares.

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