El primer debate presidencial televisado reunió anoche a los ocho candidatos que aspiran a llegar a La Moneda en noviembre, siendo también la ocasión para que se vieran por primera vez las caras y contrastaran posiciones en vivo. Y uno de los protagonistas de los momentos más tensos fue el abanderado del Partido Republicano y del Partido Social Cristiano, José Antonio Kast, quien tuvo varios intercambios directos con la candidata del oficialismo, Jeannette Jara (PC).
Enfrentamiento con Jara por uso de bots y acusaciones de mentiras
Uno de los cruces más duros de la jornada fue entre Kast y Jara, en un intercambio marcado por acusaciones mutuas sobre la supuesta utilización de bots en redes sociales y la difusión de información falsa durante la campaña.
“Los chilenos están preocupados de temas bastante más graves”, dijo Kast a la prensa una vez finalizado el debate, restándole relevancia al tono del enfrentamiento.
Durante el debate, Jara cuestionó duramente al republicano acusándolo de “levantar mentiras de manera cobarde”, mientras que Kast le exigió disculpas por tratarlo de mentiroso, lo que elevó la tensión en el estudio.
Análisis desde el comando: solidez y cautela
Desde el entorno de Kast, hubo una lectura positiva aunque con matices. El presidente del Partido Republicano, Arturo Squella, quien acompañó al candidato durante el foro, destacó su desempeño: “Estuvo sólido en el debate, concentrándose en las prioridades que tienen los chilenos. Demostró carácter y dio certezas para combatir la delincuencia, el crimen organizado y el terrorismo en el sur del país”.
Además, Squella señaló que fue una buena instancia para contrastar propuestas sobre migración ilegal, destacando que Kast plantea transformar dicha acción en un delito severamente sancionado y perseguir a quienes facilitan servicios a migrantes ilegales.
Rodolfo Carter: «Correcto, pero no brillante»
Un análisis más crítico lo entregó el exalcalde de La Florida y coordinador de seguridad de la campaña, Rodolfo Carter, quien afirmó: “La primera preocupación de un candidato que va adelante es no cometer errores, a riesgo incluso de, de repente, parecer fome (…). En ese sentido, creo que Kast estuvo correcto. Ha tenido debates en que ha sido mucho más brillante, pero correcto”.
Carter también comentó sobre el tono del cruce con Jara: “Partió muy agresiva la conversación, porque además el tono que tenía la candidata del Partido Comunista fue muy duro. ‘Ponte los pantalones, poco hombre’… creo que le faltó un par de garabatos. Estuvo tentada. La Michelle Bachelet en versión Aliexpress, porque la verdad que esa es otra novedad”.
En esa línea, reforzó la necesidad de que Kast se mantenga cauteloso:“José Antonio tiene que ser prudente, muy prudente, y no arriesgar tanto”.
Choque con Matthei por propuesta de recorte fiscal
Uno de los momentos más comentados del debate fue la pregunta que le hizo Evelyn Matthei (Chile Vamos) sobre su propuesta de recorte fiscal por 6 mil millones de dólares en 18 meses. Kast entregó referencias técnicas para respaldar la viabilidad del plan, aunque el tiempo acotado del formato no permitió profundizar en el contrapunto.
Matthei, si bien mantuvo un tono más mesurado que Jara, puso en duda la factibilidad de la propuesta del republicano, lo que dejó instalado un tema clave para los próximos debates: la sostenibilidad económica de los programas presidenciales.
Un desempeño contenido, con momentos de tensión y enfoque en seguridad
En términos generales, Kast tuvo un inicio dubitativo, afectado además por un resfrío, pero fue recuperando terreno a medida que avanzaba el debate, enfocándose en los ejes centrales de su campaña: seguridad, migración, orden público y control del gasto público.
Si bien no fue una noche especialmente brillante, en su comando valoraron que evitara errores mayores, se mostrara presidenciable y pudiera mantener el foco en los temas que más movilizan a su electorado.
Próximos desafíos
Tras el primer cara a cara, Kast y su equipo afinan su estrategia para los próximos encuentros, sabiendo que los cuestionamientos sobre redes sociales, recortes fiscales y polarización seguirán siendo temas sensibles, pero también confiados en que su discurso de orden y autoridad seguirá marcando la agenda.
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