La reciente condena del expresidente brasileño Jair Bolsonaro a 27 años y tres meses de prisión por conspirar contra el orden democrático ha desatado una fuerte reacción del Gobierno de Estados Unidos, cuyo secretario de Estado, Marco Rubio, calificó el fallo como una “caza de brujas” y advirtió que su país “responderá en consecuencia”.

Rubio denuncia «persecución política» en Brasil

Tras conocerse la decisión de la Corte Suprema de Brasil, Marco Rubio criticó duramente al juez Alexandre de Moraes, instructor del caso, a quien señaló como responsable de una persecución política: “Continúa la persecución política liderada por Alexandre de Moraes, sancionado por violar los derechos humanos, luego de que él y otros miembros de la Corte Suprema de Brasil decidieron injustamente encarcelar al expresidente Jair Bolsonaro”, declaró Rubio.

Y agregó con tono firme: “Estados Unidos responderá en consecuencia a esta caza de brujas”.

Aunque el secretario de Estado no especificó qué tipo de acciones tomará su país, sus palabras refuerzan la postura de la administración estadounidense, que ya ha comenzado a aplicar sanciones diplomáticas y comerciales.

Trump respalda a Bolsonaro y toma medidas económicas

En línea con Rubio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también expresó su desacuerdo con la condena a Bolsonaro. En declaraciones a la prensa, el mandatario se mostró sorprendido por el fallo y defendió a su aliado: “Estoy sorprendido. Jair Bolsonaro es un buen hombre, un verdadero patriota”, afirmó Trump.

Semanas atrás, Trump ya había impuesto un arancel del 50 % sobre la mayoría de los productos brasileños exportados a Estados Unidos, como represalia directa por el juicio contra Bolsonaro. Esta decisión fue rechazada por el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, que denunció un intento de injerencia extranjera en su sistema judicial.

Sanciones contra el juez Alexandre de Moraes

En otra acción inédita, la administración estadounidense sancionó y prohibió el ingreso al país al juez Alexandre de Moraes, a quien acusan de llevar adelante una “campaña judicial motivada políticamente” contra Bolsonaro.

No permitiremos que jueces utilicen sus cargos para perseguir a líderes democráticamente electos por razones ideológicas”, señalaron fuentes del Departamento de Estado.

El caso Bolsonaro: condena histórica por atentar contra la democracia

La Corte Suprema de Brasil condenó este jueves a Jair Bolsonaro por su participación en una trama para revertir los resultados electorales de 2022, que dieron como ganador al actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

El fallo responsabiliza al exmandatario de “conspiración activa contra el orden democrático” y lo vincula directamente con los ataques del 8 de enero de 2023, cuando miles de seguidores de ultraderecha asaltaron violentamente las sedes del Ejecutivo, Legislativo y Judicial en Brasilia, al estilo del asalto al Capitolio ocurrido en EE.UU. en 2021.

Bolsonaro se encontraba entonces fuera del país, pero según la Corte, participó en la planificación, financiamiento y justificación pública del intento de golpe. La sentencia también incluye inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.

Tensión diplomática entre EE.UU. y Brasil

Las medidas adoptadas por Estados Unidos marcan un nuevo punto de tensión entre Washington y Brasilia, a solo meses del inicio del segundo mandato de Lula da Silva. Las sanciones al juez Moraes, los aranceles comerciales y las declaraciones políticas desde la Casa Blanca colocan al gigante sudamericano en el centro de una disputa ideológica y geopolítica.

Aunque hasta ahora el Palacio del Planalto ha evitado escalar el conflicto, fuentes del Gobierno brasileño calificaron las declaraciones de Rubio y Trump como “inaceptables” y un “intento de desestabilización externa”.

¿Una nueva fractura continental?

Con Bolsonaro condenado, Trump en campaña por la reelección y el tono de confrontación creciente, analistas internacionales advierten que la situación podría derivar en un choque diplomático mayor entre Brasil y Estados Unidos. El respaldo explícito al exmandatario ultraderechista por parte de Washington puede complicar aún más las relaciones bilaterales, ya tensas desde la llegada de Lula al poder.

Por ahora, el expresidente Bolsonaro permanece en custodia en Brasilia, mientras sus abogados anuncian que apelarán la sentencia. Entretanto, en el escenario internacional, el caso se convierte en una nueva línea divisoria entre gobiernos conservadores y progresistas en América.

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