El Gobierno enfrenta un complejo panorama fiscal para lo que resta del año. Aunque el Ejecutivo aún expresa confianza en cumplir su meta de déficit estructural de -1,6% del PIB, las proyecciones más recientes, e incluso su propio ajuste a un -1,8% del PIB, muestran que el objetivo está cada vez más lejos de concretarse.
Así lo advierte un informe elaborado por la académica de la Universidad San Sebastián (USS) y exdirectora de Presupuestos, Cristina Torres, junto a la investigadora del programa fiscal Margarita Vial, donde se alerta de un posible desvío significativo en las cifras fiscales si no se aplican correcciones inmediatas y efectivas.
Proyección oficial ya supera la meta
En el Informe de Finanzas Públicas del segundo trimestre de 2025, el Ministerio de Hacienda informó que espera un resultado de déficit estructural de -1,8% del PIB, superando en 0,2 puntos porcentuales la meta de -1,6%, que ya había sido actualizada desde el -1,1% originalmente comprometido en la Ley de Presupuestos 2025.
“Esto implica un nuevo incumplimiento respecto de la meta de -1,6% del PIB fijada para el año”, señalan las autoras del análisis.
Ingresos fiscales rezagados: un desafío de recaudación
El problema se agrava al revisar los ingresos fiscales acumulados a julio, que totalizan $42.546.935 millones, lo que representa un crecimiento real de 6,3% respecto al mismo periodo de 2024. Sin embargo, para cumplir con la proyección oficial, se requiere un crecimiento anual de ingresos fiscales de 8,4%, equivalente a $76.149.913 millones en total.
Para lograr ese nivel de recaudación, los ingresos entre agosto y diciembre deben crecer un 11,2%, y hasta un 15,2% si se descuenta el ingreso extraordinario de US$1.000 millones recaudado en 2024 para la reconstrucción de Valparaíso.
“La meta sería muy difícil de cumplir. Con las tasas de ejecución históricas, los ingresos fiscales en 2025 podrían ser inferiores a lo estimado por el Ejecutivo en más de US$2.500 millones, comprometiendo un déficit estructural cercano al 2,5% del PIB”, advierten.
Según el informe, hasta julio de 2025 se ha ejecutado el 55,9% de los ingresos proyectados, mientras que el promedio para ese mismo punto del año entre 2016 y 2024 era de 57,8%, lo que refuerza la idea de una base de cálculo sobrestimada.
“Existe un gran desafío de recaudación para los próximos meses, lo que supone nuevamente una base sobrestimada. A ello se suma que las medidas correctivas diseñadas tras el desvío de la meta en 2024 no se han materializado, y aún están consideradas en las estimaciones”, señaló Cristina Torres.
Gasto público también tensiona las metas
Por el lado del gasto, el análisis tampoco es alentador. Hasta julio, el gasto del gobierno central acumula un crecimiento de 3,3%, alcanzando una ejecución total de $47.275.786 millones. En julio, el gasto creció 6,7% interanual, explicado principalmente por el gasto corriente del Estado, que representa un 87% de la variación mensual.
No obstante, para que se cumpla la proyección del Ejecutivo, el gasto entre agosto y diciembre debería crecer sólo un 0,8% respecto del mismo período de 2024, lo que según las expertas no parece realista dadas las tendencias observadas.
“Los últimos tres meses del año son decisivos. El Ejecutivo tiene el desafío de materializar las acciones correctivas y esto evidencia aún más la necesidad de un ajuste de gasto en el próximo erario”, plantea Torres.
Llamado a mayor realismo en el diseño del Presupuesto 2026
El análisis concluye que el Gobierno debe asumir con claridad el estado actual de las finanzas públicas, y tomarlo en cuenta al preparar el Proyecto de Ley de Presupuestos 2026. Torres subraya que no se debe repetir lo ocurrido en 2024, cuando fue necesario hacer ajustes en plena discusión legislativa, debilitando la credibilidad de las proyecciones fiscales.
¿Resumen clave:
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La meta fiscal oficial es un déficit estructural de -1,6% del PIB, pero Hacienda ya proyecta -1,8%.
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**Expertos alertan que el déficit podría alcanzar el -2,5% del PIB si no se corrigen las proyecciones.
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Los ingresos hasta julio avanzan más lento que el promedio histórico, y el gasto sigue creciendo.
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Torres: “Hay una base sobrestimada y medidas correctivas que no se han implementado”.
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