La inteligencia artificial se consolida como una herramienta crucial para la organización económica de miles de personas. Cada vez más usuarios, incluso aquellos con formación contable, optan por chatbots de IA como ChatGPT o Gemini para elaborar presupuestos, reducir deudas y mejorar sus hábitos de ahorro, motivados por su accesibilidad, respuesta inmediata y bajo costo.

Tanto jóvenes de la Generación Z como adultos de distintas edades han comenzado a confiar en estos asistentes virtuales como apoyo financiero. Sin embargo, expertos del sector recomiendan analizar cuidadosamente los consejos brindados por estas herramientas, ya que su uso implica riesgos importantes.

Historias reales: Cómo ChatGPT ayuda a ahorrar y pagar deudas

El auge del uso de IA generativa en finanzas personales responde a varios factores: estos asistentes ofrecen planes personalizados al instante, son de acceso gratuito o económico y resultan ideales para quienes prefieren evitar hablar de dinero con otras personas.

Uno de los casos más representativos es el de Myra Donohue, una joven de 28 años con conocimientos en contabilidad. A pesar de su formación, se sintió abrumada al enfrentarse a una deuda de 5.000 dólares en tarjetas de crédito, además de otros gastos como el automóvil. La pérdida del empleo de su pareja agravó la situación.

Tras ver una publicación en Facebook sobre el método del presupuesto basado en cero, Myra acudió a ChatGPT, al que le proporcionó sus cifras reales. En pocos minutos recibió un plan financiero personalizado, que le permitió tomar decisiones iniciales y comenzar a recuperar el control. Según ella misma, fue una forma de “retomar las riendas” de su situación económica.

Estrategias prácticas y cotidianas para salir adelante

El caso de Jennifer Allan, una agente inmobiliaria y madre primeriza de Delaware, también ilustra el impacto de la IA en finanzas personales. Allan acumuló una deuda de 23.000 dólares, en parte debido a la falta de permiso de maternidad remunerado.

Su primera consulta a ChatGPT fue directa: no sabía cuánto debía ni cómo empezar. El chatbot le recomendó acciones diarias concretas, como:

  • Vender una sandía con el monto de su deuda tatuado, obteniendo 51 dólares.

  • Recuperar 700 dólares de un registro estatal de propiedades no reclamadas.

  • Donar plasma sanguíneo por 80 dólares.

  • Reutilizar alimentos almacenados, ahorrando cerca de 600 dólares.

Estas estrategias, compartidas por Allan en TikTok, le permitieron pagar casi la mitad de su deuda en un mes. Además, comenzó a negociar con sus compañías de tarjetas de crédito para reducir sus saldos.

IA para presupuestos personalizados y metas a largo plazo

Los usos de la IA no se limitan a salir de deudas. Muchos usuarios la emplean para crear presupuestos, organizar sus finanzas mensuales o ahorrar para metas específicas, como bodas o viviendas.

Uno de estos ejemplos es el de Kathryn Aguilo, profesora de guardería en Nueva York. Buscando ahorrar para su boda con 180 invitados, consultó a ChatGPT, que le sugirió:

  • Reducir salidas a comer a un máximo de 40 dólares.

  • Eliminar gastos en bares.

  • Pagar en efectivo y evitar gastos innecesarios.

Además, fabricó sus propios adornos, compró zapatos con cupones y vendió la decoración en Facebook Marketplace, logrando 250 dólares adicionales.

Tras alcanzar su objetivo de boda, la pareja continuó utilizando IA para ahorrar el pago inicial de una vivienda, que finalmente compraron. Ahora usan el chatbot para estrategias de adelanto hipotecario.

Riesgos de seguir recomendaciones de IA sin validación

Aunque las experiencias positivas son muchas, los riesgos también son reales. Las recomendaciones de los chatbots suelen basarse únicamente en los datos proporcionados por el usuario, sin contexto adicional ni análisis profundo.

Esto puede traducirse en:

  • Consejos inexactos o desajustados.

  • Errores financieros tras seguir sugerencias automatizadas.

  • Falta de protección de datos personales y financieros.

  • Dependencia emocional de la IA para tomar decisiones complejas.

Según un estudio de Intuit Credit Karma, más del 50% de los usuarios reconoció haber cometido errores financieros tras seguir recomendaciones de IA. No obstante, el 80% afirmó haber mejorado sustancialmente su situación económica gracias a estas herramientas.

Conclusión: Equilibrio entre tecnología y criterio humano

La IA generativa ha demostrado ser una aliada poderosa para mejorar la educación y gestión financiera, especialmente entre quienes no se sienten cómodos hablando de dinero con asesores tradicionales. Su capacidad de ofrecer planes inmediatos y personalizados es una ventaja indiscutible.

Sin embargo, la supervisión humana sigue siendo necesaria, especialmente en decisiones de alto impacto como inversiones, préstamos o planificación a largo plazo. Los expertos recomiendan verificar siempre con profesionales cualificados antes de actuar.

La clave está en combinar lo mejor de ambos mundos: la eficiencia de la tecnología con el criterio humano.

/psg