El pasado 22 de septiembre los tribunales penales nacionales marcaron un hito histórico: por primera vez se dictó una condena por el delito de turbazo, un tipo de robo con violencia grupal que ha ido en aumento en la Región Metropolitana.

La investigación fue liderada por la Fiscalía Metropolitana Occidente y comenzó en agosto de 2024, tras una serie de delitos cometidos por un grupo de 10 sujetosseis adultos y cuatro menores de edad—, quienes perpetraron al menos cinco turbazos en Pudahuel, Maipú y Quinta Normal.

Los jueces del 2° Tribunal Oral en Lo Penal, Valeria Alliende, Denisse Ehrenfeld y Marcelo Rojas, dictaron penas de 20 años de cárcel para los adultos y 10 años de internación en régimen cerrado para los adolescentes, convirtiéndose en la primera sentencia de este tipo en el país.

Redes sociales como evidencia clave

La sentencia de 150 páginas detalla el uso de redes sociales como una de las pruebas fundamentales. Los imputados se jactaban de sus delitos en plataformas digitales, subiendo fotos, reels y publicaciones donde mostraban armas y especies robadas.

“Las publicaciones las hacen para tener más likes, para validarse frente a sus pares. Por eso se fotografiaban con lo robado y las armas”, explicó el fiscal José Solís, quien lideró la investigación.

Desde la PDI, el subinspector Sebastián Pérez, de la Brigada Investigadora de Robos Occidente, detalló que los delincuentes denominan este fenómeno como “atacar prensa”, es decir, buscar notoriedad mediática para elevar su estatus en el mundo delictual.

“Les sube el ego. No es un delito que para ellos sea complejo, porque aprovechan su superioridad numérica”, indicó.

Auge del delito y preocupación gubernamental

El 19 de septiembre, tras un turbazo en San Bernardo que terminó con la muerte de una adulta mayor por infarto, el ministro de Seguridad, Luis Cordero, reconoció que estos delitos han ido “en aumento”.

“Hay preocupación. Este tipo de robos ha tenido un cierto incremento en las últimas semanas”, señaló el ministro.

En este contexto, el diputado RN Diego Schalper presentó un proyecto de ley para tipificar el delito de turbazo, siguiendo el ejemplo de la Ley Antiportonazos de 2019. El objetivo, indicó, es facilitar la persecución penal, endurecer penas y establecer un delito autónomo.

“Hace sentido tener una sanción grave. Me sorprende que el gobierno no haya dado urgencia a este proyecto”, criticó Schalper.

Los hechos más graves: violencia desmedida y uso de armas

Uno de los robos más violentos ocurrió el 26 de julio de 2024 en Pudahuel, a las 00:30 horas. Los delincuentes cortaron una malla, ingresaron al domicilio y dispararon con una escopeta de postones al hijo de la pareja dueña de casa, tras quitarle su propio rifle con el que intentaba defenderse.

“Le dispararon con su propio rifle. En esa ocasión también golpearon a un vecino con un fierro en la cabeza, dejándolo hospitalizado con lesiones graves”, relató el subinspector Pérez.

La banda operaba con pasamontañas y extrema violencia, lo que dificultó su identificación por parte de las víctimas. La clave de la investigación fue una huella dactilar que uno de los sujetos dejó en un televisor abandonado durante un robo en Quinta Normal.

A partir de esa evidencia, la Fiscalía logró individualizar a todos los integrantes mediante el cruce de datos con redes sociales, nuevas huellas y vehículos utilizados. Los sujetos vivían en Cerro Navia, Renca, Lampa, Santiago y hasta Pitrufquén.

20 turbazos, 5 comprobados

Aunque la banda habría participado en al menos 20 turbazos, la Fiscalía logró reunir evidencia sólida para acreditar cinco hechos concretos, cuatro de ellos entre el 25 y 26 de julio. Las pruebas presentadas en juicio fueron determinantes para lograr la histórica condena.

“El fallo se condice con la gravedad del delito. No solo afecta la propiedad, sino también la seguridad e intimidad del hogar. Estas personas estaban dispuestas a todo”, enfatizó el fiscal Solís.

Delincuencia en expansión: más investigaciones en curso

A pesar del éxito en este caso, los turbazos no se han detenido. La PDI continúa investigando otras bandas activas en la zona occidente de la RM, que replican el mismo modus operandi: grupos numerosos, violencia, irrupciones nocturnas y posterior exhibición en redes sociales.

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