El próximo 11 de marzo de 2026, se realizará una nueva ceremonia de cambio de mando presidencial en Chile, evento republicano que se celebra cada cuatro años y que marca la transición de poder entre el Presidente saliente y su sucesor. En esta ocasión, el Presidente Gabriel Boric se trasladará desde La Moneda hasta el Congreso Nacional de Valparaíso para entregar la banda presidencial a quien resulte electo en las elecciones presidenciales de noviembre y diciembre de 2025.
Según lo establecido en la recién publicada Ley de Presupuestos 2026, la ceremonia tendrá un costo estimado de $727.493.000, lo que representa un aumento del 14,2% en comparación con el acto realizado en 2022, cuando el propio Boric asumió la Presidencia. En aquella ocasión, el evento tuvo un gasto total de $636.840.000, es decir, $90 millones menos.
Candidatos con mayores opciones para recibir la banda presidencial
De acuerdo con los escenarios que proyectan las últimas encuestas, Boric podría entregar la banda presidencial a José Antonio Kast (Partido Republicano), Jeannette Jara (representante del oficialismo) o Evelyn Matthei (Chile Vamos), quienes figuran como los principales contendores en la carrera por llegar a La Moneda.
Detalles del presupuesto: desde cámaras HD hasta planes de contingencia
Tal como ocurrió en la ceremonia de 2022, el presupuesto contempla una serie de elementos técnicos, logísticos y administrativos. En esa ocasión, cuando el fallecido expresidente Sebastián Piñera entregó el mando a Boric, el gobierno abrió una licitación pública en enero de ese año, detallando los gastos involucrados.
Uno de los ítems más relevantes fue la transmisión en streaming, que tuvo un presupuesto de $100 millones, y que consideró:
Uso de una unidad móvil con siete cámaras para grabar el trayecto del Presidente desde La Moneda a Valparaíso por la Ruta 68.
Empleo de drones para registrar imágenes en el Patio de los Cañones, mientras la Guardia de Palacio rinde honores al Mandatario por última vez.
Grabación de la última fotografía del gabinete en el Palacio Presidencial de Cerro Castillo, mediante tres cámaras HD.
A ello se suman otros gastos como:
Habilitación de un miniset para la transmisión, incluyendo intérprete en lengua de señas.
Un plan de contingencia ante cortes de luz, fallas técnicas o robos de equipos.
Preparación del Salón de Honor del Senado, donde se realiza la ceremonia oficial.
Acondicionamiento de accesos como la entrada por calle Pedro Montt y coordinación de funcionarios públicos involucrados en el evento.
Ceremonia republicana y recorrido por Valparaíso
Durante el acto, el Presidente saliente realiza la entrega de la banda presidencial al nuevo Jefe de Estado en el Salón de Honor del Congreso Nacional. Tras ello, abandona la sede legislativa como exmandatario.
Por su parte, el nuevo Presidente de la República aborda el tradicional Ford Galaxie, vehículo oficial del Estado chileno, y realiza un recorrido por las calles de Valparaíso, saludando a las personas que acuden al lugar a presenciar la histórica jornada.
Una tradición costosa, pero simbólica
El aumento del presupuesto para esta ceremonia refleja no solo el alza en costos logísticos y tecnológicos, sino también la relevancia que el Estado le otorga a la continuidad institucional y el respeto por los ritos republicanos. Si bien se trata de un gasto considerable, el evento marca un hito democrático fundamental en el país, donde el poder se transfiere de forma pacífica y solemne.
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