El Comando Sur de Estados Unidos ejecutó esta semana ejercicios militares con fuego real en aguas del mar Caribe, desplegando barcos de guerra, aviones de combate y unidades del Cuerpo de Marines. La maniobra se enmarca en una creciente tensión con el gobierno de Nicolás Maduro, que denunció la operación como una provocación directa.
Disparos en condiciones reales: video muestra potencia de fuego
Un video publicado por el Comando Sur en su cuenta oficial de X mostró imágenes impactantes del ejercicio:
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Disparos coordinados de artillería naval,
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Lanzamiento de proyectiles desde buques,
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Explosiones de munición de alto calibre sobre el mar,
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Y maniobras tácticas en formación.
En el clip, una voz afirma: “No se equivoquen. Lo que están haciendo ahora no es un entrenamiento. Este es un ejercicio en condiciones reales.”
Objetivo: preparación, letalidad y control del Caribe
Según el comunicado del Comando Sur, “Las fuerzas de la Marina y del Cuerpo de Marines de Estados Unidos realizaron entrenamientos, incluida una práctica de fuego real con sistemas de armas navales, en el mar Caribe”.
El propósito declarado: mostrar preparación y letalidad en un entorno de creciente preocupación por el tráfico de drogas y la seguridad regional. La operación se ejecuta bajo la autoridad del Departamento de Defensa y de acuerdo con las prioridades del presidente Donald Trump.
Trump endurece postura: “Estamos eliminando amenazas”
En una notificación enviada al Congreso de EE. UU., la administración republicana argumentó que estas operaciones buscan combatir a carteles de la droga que han sido catalogados como “grupos armados no estatales” y “organizaciones terroristas”.
La carta justificó el uso de la fuerza al señalar que “estas organizaciones constituyen un ataque armado contra Estados Unidos”.
La portavoz presidencial Anna Kelly defendió las acciones: “El presidente actuó en línea con el derecho de los conflictos armados para proteger al país de quienes intentan traer veneno mortal a nuestras costas”.
“Él está cumpliendo su promesa de enfrentar a los carteles y eliminar estas amenazas de seguridad nacional”, añadió.
El documento menciona al menos tres operaciones recientes, con 14 fallecidos, todos identificados por las fuerzas estadounidenses como presuntos miembros de redes de narcotráfico.
La mayor movilización militar en el Caribe en 30 años
El ejercicio forma parte de una movilización militar sin precedentes en las últimas tres décadas:
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10 aviones F-35 desplegados en Puerto Rico,
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8 buques de guerra en maniobras activas,
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1 submarino de ataque nuclear,
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Y más de 4.500 efectivos militares estadounidenses en la región.
Estas acciones fueron intensificadas luego de que Trump advirtiera que cualquier nueva aproximación de aviones venezolanos a buques estadounidenses resultaría en su derribo.
Venezuela denuncia “provocación” y responde con nota formal
Desde Caracas, el ministro de Defensa venezolano Vladimir Padrino López denunció la presencia de cinco aviones de combate estadounidenses a solo 75 km de la costa venezolana.
“Esto es una provocación. Una amenaza directa contra nuestra seguridad nacional”, afirmó el ministro.
Además, el gobierno de Maduro presentó una nota oficial de protesta, acusando a Estados Unidos de una “flagrante violación del derecho internacional” y advirtiendo sobre los riesgos para la aviación civil comercial en la región.
Maduro acusa intento de intervención encubierta
El dictador Nicolás Maduro acusó a la Casa Blanca de “utilizar el combate al narcotráfico como excusa para intentar provocar un cambio político en Venezuela”. Señaló que el despliegue militar tiene como fin justificar una intervención indirecta en el país, aprovechando la situación en el Caribe.
“No buscan combatir el narcotráfico. Buscan nuestro petróleo y nuestra soberanía.”
Un Caribe bajo tensión y vigilancia militar
Las maniobras militares, los sobrevuelos cercanos y las acusaciones cruzadas entre Caracas y Washington han elevado el nivel de alerta regional. El Caribe se ha transformado en una zona de máxima tensión estratégica, donde el poderío militar de EE. UU. convive con la creciente retórica de confrontación por parte del régimen venezolano.
En este clima, los ejercicios de fuego real se convierten en una señal contundente del compromiso estadounidense con el control de la región, mientras Venezuela denuncia un posible escenario de intervención militar encubierta.
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