El Barómetro de la Economía Chilena, elaborado por el Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello (UNAB), muestra que la economía nacional continúa en una senda de recuperación, aunque con desequilibrios relevantes entre expectativas y datos duros, especialmente en el empleo y la actividad productiva.
Según el último informe, el índice económico IPP UNAB —que pondera el desempeño de 24 variables clave— aumentó de 20,5 a 21,8 puntos en septiembre, reafirmando su posición en el cuadrante “Bien y mejorando”, el más favorable del análisis. Por segundo mes consecutivo, el índice se mantiene en este nivel, alcanzando su mejor desempeño en los últimos años.
Desglose por cuadrantes: señales mixtas en el tablero económico
El barómetro clasifica las variables en un plano con seis cuadrantes: “Bien y mejorando”, “Bien pero empeorando”, “Mal pero mejorando”, “Mal y empeorando”, además de las nuevas categorías “Bien y sin cambios” y “Mal y sin cambios”.
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En “Bien y mejorando” se ubicó el 16,7% de las variables, incluyendo:
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Inflación
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Confianza de los consumidores
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Precio del cobre
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IPSA
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En “Bien pero empeorando” se situó el 8,3%, representado por:
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Remuneraciones reales
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Índice de incertidumbre económica
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El cuadrante “Mal pero mejorando” agrupó al 20,8% de las variables, como:
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Tasa de desempleo
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Tasa hipotecaria
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Confianza empresarial
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Creación de empleos
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Inversión extranjera directa
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En “Mal y empeorando” se encuentran el 16,7% de las variables, entre ellas:
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Imacec
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Exportaciones
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Cuenta corriente
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Depósitos a plazo
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Tasa de crédito de consumo
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En las zonas de estabilidad:
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“Bien y sin cambios” concentró el 25% de las variables (6 en total), incluyendo:
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Deuda neta del gobierno
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Proporción de deudores morosos
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Participación laboral y femenina
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Tasa de informalidad
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Riesgo país
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“Mal y sin cambios” agrupó al 12,5% (3 variables):
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Tipo de cambio (dólar)
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Tasa de ocupación
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Avisos laborales online
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Subíndices: consumidores con señales mixtas, expectativas al alza, macroeconomía rezagada
1. Subíndice de situación de los consumidores
Fue el más activo en septiembre, con 7 cambios de cuadrante, 3 negativos y 4 positivos:
Cambios negativos:
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Índice de remuneraciones reales: de “bien y sin cambios” a “bien, pero empeorando”.
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Saldo de cuentas corrientes y depósitos a plazo: de “mal, pero mejorando” a “mal y empeorando”.
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Tasa de crédito de consumo: de “bien y mejorando” a “mal y empeorando”.
Cambios positivos:
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Tasa de desempleo, tasa hipotecaria y creación de empleo pasaron de “mal y sin cambios” a “mal, pero mejorando”.
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Inflación pasó de “mal y empeorando” a “bien y mejorando”.
2. Subíndice de expectativas
Se mantuvo en el cuadrante “Bien y mejorando”, impulsado por un repunte de la confianza de los consumidores, que subió de “mal y empeorando” a “bien y mejorando”.
Sin embargo, el índice de incertidumbre económica empeoró su posición, bajando a “bien, pero empeorando”.
“Aunque el nivel de incertidumbre sigue siendo relativamente aceptable en comparación con años anteriores, este deterioro reciente debe ser monitoreado con atención”, advierte el informe.
3. Subíndice de situación macroeconómica
Permaneció en “Mal y empeorando”, debido a un balance negativo en sus componentes.
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El Imacec cayó de “bien, pero empeorando” a “mal y empeorando”.
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El precio del cobre mejoró de “bien y sin cambios” a “bien y mejorando”, aunque no logró compensar la caída general.
Autoridades deben atender el desacople entre expectativas y realidad
El subdirector del Instituto UNAB de Políticas Públicas, Gonzalo Valdés, advirtió sobre el creciente desacople entre los indicadores macroeconómicos y las percepciones de consumidores y mercados: “La confianza de los hogares está en su mejor nivel en seis meses, el IPSA marca récords, y el riesgo país sigue bajo. Pero la inflación aún no está totalmente controlada y el crecimiento económico no repunta. Las autoridades monetarias debieran evaluar estos antecedentes”, señaló.
Conclusión: recuperación desigual y riesgos persistentes
El informe concluye que la economía chilena muestra señales claras de resiliencia, especialmente en lo relativo a expectativas y confianza, pero enfrenta debilidades estructurales, como el deterioro del mercado laboral y el lento avance del consumo.
“El dinamismo en expectativas contrasta con la debilidad estructural del mercado laboral y el consumo tensionado. Se requieren políticas activas para consolidar un crecimiento sostenido y reducir vulnerabilidades”, concluye el Barómetro UNAB.
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