Según investigaciones de la Policía de Investigaciones (PDI), la moda delictual de los llamados “turbazos” —robos masivos y violentos ejecutados por grupos organizados— tiene su origen en la zona norponiente de la Región Metropolitana y ha sido una de las tendencias criminales más preocupantes de 2025.
Los investigadores sostienen que este fenómeno se repite principalmente entre adolescentes de entre 13 y 17 años, todos chilenos y con patrones de conducta violenta.
“Es un fenómeno recurrente que ha estado sucediendo especialmente este 2025 en la Región Metropolitana, con la particularidad de que su liderazgo está desarrollado por menores de edad. Tienen distintos mecanismos de reclutamiento, y es uno de los aspectos complejos que han abordado estas investigaciones”, declaró el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, durante una actividad conjunta entre la PDI y la Fiscalía Metropolitana Oriente.
Un nuevo tipo de delito juvenil
Hasta hace pocos meses, los portonazos y encerronas marcaban la pauta de la delincuencia en Santiago. Sin embargo, los turbazos —caracterizados por irrumpir en masa en tiendas o viviendas para sustraer objetos de valor en segundos— se han posicionado como la modalidad más repetida delictivamente.
Lo más alarmante, según los investigadores, es una “emancipación delictual”: los menores ya no solo participan en las bandas, sino que también las lideran, organizando los ataques y reclutando a otros jóvenes a través de redes sociales.
Golpes policiales y cifras del fenómeno
El jueves 16 de octubre, autoridades informaron la detención de 16 personas vinculadas a estos ilícitos. De ellas, 14 eran menores de edad, lo que confirmó el cambio de perfil en los autores.
De acuerdo con la Brigada Investigadora de Robos Metropolitana de la PDI, entre enero de 2024 y septiembre de 2025 se han registrado 95 casos de turbazos (45 en 2024 y 50 en lo que va de 2025).
En cuanto a órdenes de investigar, la PDI recibió 10 en 2024 y 19 hasta septiembre de este año, reflejando un aumento del 90%. Las comunas con más casos son La Reina (3), Ñuñoa (2) y Padre Hurtado (2), aunque también se han detectado hechos en zonas donde no existían registros previos, como Cerrillos, Colina, El Bosque, Independencia, Puente Alto, San Bernardo y Vitacura.
En materia de órdenes particulares de la Fiscalía, Pudahuel encabeza la lista con 6 casos, seguida por San Bernardo (5), Maipú (4), Colina (3), Lampa (2) y Santiago (2).
Las comunas más afectadas por esta modalidad son Pudahuel, Maipú y San Bernardo, mientras que Buin y Quilicura, que registraron casos en 2024, no presentan nuevos hechos en 2025, al menos según los datos actuales.
Reclutamiento juvenil a través de TikTok e Instagram
El subprefecto René Quintanilla, jefe de la Brigada Investigadora de Robos Metropolitana Centro Norte, explicó que las bandas reclutan a menores mediante redes sociales como WhatsApp, TikTok e Instagram.
“El perfil de estos sujetos es que son menores desde 13 años. Son muy pocos los mayores de edad. En las investigaciones se logró establecer un patrón de captación de menores por WhatsApp. Hay un reclutamiento directo para cometer este delito”, precisó el detective.
Las redes sociales, agrega Quintanilla, se han convertido en plataformas de instrucción y promoción del delito.
“Se transmiten la experiencia, dónde hacerlo, las vías de escape. Se puede decir que hay una oferta de medios y facilidad para cometer estos ilícitos”, detalló.
El subprefecto calificó el fenómeno como una “moda delictiva” que atrae a los jóvenes por su rapidez y exposición mediática.
“Lo hace atractivo porque pueden reducir rápidamente las especies sustraídas en el mercado secundario. Y como sale en los noticieros y en la prensa, se hace conocido para ellos, lo hacen y luego lo van perfeccionando”, añadió.
Estrategia policial y desafíos futuros
Quintanilla enfatizó que la clave para frenar esta tendencia está en visibilizar la acción policial y judicial.
“Que vean que las policías están haciendo bien su trabajo, que se detiene a las personas. El miércoles se produjeron 16 detenciones en delitos de turbazos. Esa es la forma de que disminuya”, afirmó.
El subprefecto concluyó asegurando que la PDI continuará reforzando sus operativos para reducir este tipo de robos masivos.
“Estamos trabajando para que esto disminuya. Ojalá llegar a cero sería lo ideal”, remató.
En resumen, el fenómeno de los turbazos se ha consolidado como una de las principales expresiones de la delincuencia juvenil en 2025, con una participación predominante de menores de edad, reclutados y entrenados a través de redes sociales, lo que plantea nuevos desafíos para la seguridad pública y el sistema judicial chileno.
/psg