Pese a una leve mejora en los datos de empleo entregados por el INE en agosto, el mercado laboral continúa arrojando señales de alerta. El informe mensual de la Dirección del Trabajo (DT) confirmó que los despidos por necesidad de la empresa aumentaron por sexto mes consecutivo, lo que preocupa a los expertos y refuerza el diagnóstico de un empleo formal aún debilitado.

Cifras mixtas en el empleo: creación de puestos y despidos en alza

Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en agosto de 2025 se crearon 120 mil puestos de trabajo formales, y la tasa de desempleo bajó levemente a 8,6%, alejándose del umbral del 9%. Esta cifra es 0,3 puntos porcentuales menor respecto al mismo mes del año anterior.

Sin embargo, los especialistas advierten que esta mejora no es suficiente para revertir la tendencia negativa. En términos interanuales, la creación de empleo sigue muy por debajo de los niveles observados en 2024, y otros indicadores refuerzan la idea de un mercado laboral frágil.

Despidos por necesidad de la empresa en su punto más alto desde 2020

El dato más preocupante proviene del informe de la DT: en agosto de 2025 se registraron 39.287 despidos por la causal de necesidad de la empresa, un aumento del 5,5% respecto al mismo mes del año pasado. Esta cifra representa el nivel mensual más alto en lo que va del año, y consolida seis meses consecutivos de aumentos interanuales en esta categoría.

Entre enero y agosto, los despidos por esta causal suman 336.830 personas, lo que también representa un incremento del 5,5% respecto al mismo período de 2024. Es el mayor nivel acumulado a agosto desde 2020, en plena pandemia, cuando se registraron 368.073 despidos por esta misma razón. Ese año cerró con un total de 506.574 despidos, cifra que algunos economistas temen podría ser superada este 2025 si la tendencia continúa.

Expertos advierten sobre la debilidad estructural del empleo

El director del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC-UDP), Juan Bravo, explicó que la causal del artículo 161 N°1 —necesidad de la empresa— “se asocia a procesos de racionalización, modernización, baja productividad o cambios en el entorno económico”, y que por tanto, su evolución está directamente ligada al ciclo económico.

Bravo advirtió que los datos muestran un “mercado laboral debilitado”, donde se combinan factores preocupantes:

  • Desempleo en niveles históricamente altos

  • Precariedad laboral a través del subempleo

  • Caída del empleo asalariado formal en mipymes

  • Aumento del desempleo de larga duración

Por su parte, la economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Ingrid Jones, señaló que el alza del 5,5% en despidos equivale a 17.500 personas más desvinculadas que en el mismo periodo del año anterior. “Este incremento refleja cómo las empresas han tenido que ajustarse frente al aumento de costos laborales y operacionales, lo que afecta directamente la generación de empleo formal”, explicó.

Jones también relacionó esta tendencia con el descenso del índice de avisos laborales, indicador que muestra el nivel de demanda por trabajadores. Según los últimos registros, ese índice se encuentra en mínimos históricos.

Creación de empleo aún insuficiente para revertir el panorama

Pese a la reducción de la tasa de desempleo en agosto, Bravo aclara que la creación de empleo asalariado formal sigue siendo limitada, especialmente en el sector privado, lo que refleja la baja capacidad de crecimiento estructural de la economía chilena.

El experto subraya que la mejora puntual reportada por el INE no compensa la tendencia negativa acumulada. En paralelo, se siguen reportando despidos masivos en importantes empresas del país, como Correos de Chile, Cencosud y otras, cuyas cifras podrían impactar aún más los registros en los próximos meses.

Conclusión: señales de alerta en el mercado laboral

Aunque agosto trajo una pequeña mejora en la tasa de desempleo, el aumento sostenido de despidos por necesidad de la empresa muestra que el mercado laboral sigue bajo presión. Los especialistas coinciden en que este indicador es un reflejo fiel de las dificultades estructurales que enfrenta la economía para crear empleo formal y sostenible.

De mantenerse esta tendencia, 2025 podría cerrar con niveles de despidos similares o superiores a los registrados durante la pandemia, lo que encendería aún más las alarmas en materia laboral y social.

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