El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, calificó este jueves como un “acto de guerra” las recientes decisiones del mandatario estadounidense Donald Trump, quien anunció nuevas sanciones contra Moscú y canceló la cumbre de Budapest, donde estaba prevista una reunión bilateral con el presidente ruso, Vladímir Putin.

¿Qué más? ¿Habrá nuevas armas además de los infames Tomahawks?”, escribió Medvédev en sus redes sociales, en un mensaje cargado de ironía y tensión política. “Si alguno de los numerosos comentaristas aún se hacía ilusiones, esto es lo que hay: Estados Unidos es nuestro adversario, y su locuaz ‘pacificador’ [Trump] ahora se ha lanzado de lleno a la guerra contra Rusia”, añadió.

“Un acto de guerra contra Rusia”

El exmandatario ruso subrayó que, aunque Trump no siempre se haya alineado abiertamente con Kiev, “este es ahora su conflicto, no el del senil [expresidente Joe] Biden”, en alusión a la política de apoyo de Washington hacia Ucrania.

Medvédev desestimó las posibles justificaciones políticas detrás de las decisiones de Trump, afirmando que “aunque digan que fue presionado por el Congreso, eso no cambia la idea principal: las medidas adoptadas constituyen un acto de guerra contra Rusia”.

El funcionario también lanzó duras críticas a los aliados europeos de Washington, asegurando que Trump “se ha alineado completamente con la loca Europa”.

“Podremos atacar sin restricciones”

Pese a su tono desafiante, Medvédev afirmó que esta nueva fase del conflicto puede tener “ventajas tácticas” para Moscú. Según dijo, las recientes sanciones y la ruptura diplomática permiten a Rusia “atacar todos los escondites de Kiev sin tener en cuenta acuerdos sin sentido”.

Alcanzaremos la victoria donde es posible: sobre el terreno, no en un escritorio. Destruyendo a los enemigos, no haciendo tratos sin sentido”, concluyó el exmandatario, reafirmando su postura de línea dura frente a Occidente.

Trump impone sanciones y cancela su reunión con Putin

El miércoles, el presidente estadounidense Donald Trump anunció dos medidas de alto impacto contra Rusia, que según analistas podrían agravar la tensión diplomática entre ambas potencias.

La primera fue la imposición de sanciones a las petroleras rusas Lukoil y Rosneft, a las que calificó de “tremendas”, aunque matizó que espera “que no duren mucho”.

El segundo paso fue la cancelación de su encuentro con Vladímir Putin, previsto para la Cumbre de Budapest, tras una conversación telefónica entre ambos mandatarios.

He cancelado mi reunión con Putin. No me pareció bien reunirme con él. No creí que fuéramos a llegar a donde teníamos que llegar”, explicó Trump ante los medios estadounidenses, sin detallar las causas específicas de su decisión.

Rusia: “Un paso contraproducente”

Desde Moscú, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, María Zajárova, calificó las acciones de Trump como un “paso de carácter exclusivamente contraproducente” y advirtió que las sanciones ilegítimas no lograrán doblegar a Rusia.

Si la actual Administración de EE.UU. empieza a seguir el ejemplo de sus predecesores, que intentaron obligar a Rusia a ceder sus intereses nacionales mediante sanciones, el resultado será exactamente el mismo: un fracaso político y un golpe negativo a la estabilidad económica mundial”, declaró la diplomática.

Zajárova insistió en que, a pesar de las tensiones, Moscú mantiene su disposición al diálogo. “Rusia sigue abierta a mantener contactos tanto con Washington como con todos aquellos que deseen avanzar hacia la resolución del conflicto ucraniano”, subrayó.

Una nueva etapa de confrontación

La decisión de Trump marca un nuevo punto de inflexión en las relaciones entre Washington y Moscú, que ya se encontraban en su nivel más bajo desde la Guerra Fría.

Para los analistas, el giro en la postura del mandatario estadounidense podría responder tanto a presiones internas del Congreso como a un intento de reposicionar a EE.UU. frente a sus aliados europeos en el contexto del conflicto en Ucrania.

Mientras tanto, las declaraciones de Medvédev consolidan la retórica más dura del Kremlin, dejando claro que Rusia percibe las recientes acciones estadounidenses como una escalada directa del enfrentamiento geopolítico.

La crisis diplomática entre ambas potencias promete nuevas turbulencias en los próximos días, mientras el mundo observa con creciente preocupación cómo la retórica política se acerca peligrosamente al terreno militar.

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