El Gobierno de Javier Milei logró superar con éxito una de sus pruebas más exigentes desde su llegada al poder: las elecciones legislativas. En un resultado que redefine el tablero político nacional, La Libertad Avanza consiguió una contundente victoria a nivel país con el 40,84% de los votos, consolidándose incluso en la provincia de Buenos Aires, el tradicional bastión del peronismo, donde había caído por 13 puntos en los comicios de septiembre. Con el 97% de las mesas escrutadas, el oficialismo se impuso por un punto, marcando un hito simbólico y político de proporciones históricas.

A las 22:30, Milei apareció ante sus seguidores con un tono mesurado, consciente de la magnitud del resultado. “El Gobierno cruzó el punto bisagra para la reconstrucción del país”, afirmó, antes de lanzar su ya icónica frase: “Qué lindo le queda el violeta al país”. El presidente agradeció a su equipo, destacando a Karina Milei y Santiago Caputo, “los arquitectos de este milagro”. En su discurso, remarcó la necesidad de profundizar las reformas estructurales —previsional, impositiva y laboral— y convocó a los gobernadores no kirchneristas a sumarse a un nuevo pacto nacional, señalando que “la Argentina debe consolidar su despegue definitivo”.

El triunfo libertario se sustentó en un rendimiento electoral sobresaliente en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza, y en un arrasador desempeño en la Ciudad de Buenos Aires, donde la alianza con el PRO volvió a dar frutos. Allí, Patricia Bullrich, candidata al Senado y actual ministra de Seguridad, superó el 50% de los votos. “Los porteños consolidaron la idea del cambio. Lo importante es no volver atrás”, dijo.
La Libertad Avanza también se impuso en Entre Ríos, Chaco, San Luis, Salta, Jujuy, Río Negro, Neuquén, Chubut y Tierra del Fuego, ampliando su mapa de poder territorial. En Buenos Aires, el candidato Diego Santilli —reemplazante de José Luis Espert— consiguió una ajustada victoria (41,51% a 40,86%) y se proyecta como figura clave de cara a 2027. “Sabía que era una batalla difícil. Gracias al Presidente, a Karina y a Caputo por confiar en mí”, señaló tras confirmarse el resultado.

El derrumbe del peronismo en su bastión bonaerense refleja un proceso de desgaste interno y falta de cohesión territorial. La merma de votos, atribuida a la escasa movilización de los intendentes, abrió una nueva disputa por el liderazgo opositor entre Cristina Kirchner y Axel Kicillof, en un clima de fragmentación que debilita la capacidad de Fuerza Patria de ejercer contrapeso político en el Congreso.

En el plano institucional, el oficialismo obtiene una expansión significativa en el Senado, donde sumará 13 nuevas bancas, y una mayoría reforzada en Diputados, con 64 escaños adicionales que le permitirán alcanzar 101 propios. Esta nueva correlación de fuerzas le otorga al Gobierno una posición estratégica para negociar mayorías circunstanciales y blindar sus iniciativas reformistas frente a eventuales vetos opositores.

Consciente de que el capital político se desgasta rápido en la Argentina, Milei ya movió ficha: convocó a los gobernadores para avanzar en el Pacto de Mayo, un acuerdo de Estado orientado a estabilizar la economía y redefinir las relaciones entre Nación y provincias. “Hay muchos oficialismos provinciales que son actores racionales, a los que uno más uno les da dos. Por eso los invitamos a discutir estos acuerdos. Dos de cada tres argentinos no quieren volver al pasado”, enfatizó el mandatario.

La elección legislativa de 2025 marca así un antes y un después para el gobierno libertario: no solo consolida a Javier Milei como el actor político más influyente del país, sino que también sella el fin del dominio peronista en territorios históricos. El “violeta” ya no es solo un color político: es, desde ahora, el símbolo de una nueva etapa de poder y reconfiguración institucional en Argentina.

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