El empresario y filántropo Bill Gates aseguró que el cambio climático no provocará la extinción de la humanidad, aunque advirtió que sus efectos tendrán “graves consecuencias” para millones de personas. En un extenso texto publicado en su sitio web el lunes por la noche, el fundador de Microsoft planteó que enfrentar la pobreza y las enfermedades será fundamental para ayudar a las poblaciones a sobrevivir en un planeta más cálido.
La publicación se dio a conocer pocos días antes de la Cumbre del Clima COP30, que se celebrará en Brasil, y coincidió con el cumpleaños número 70 del magnate estadounidense, uno de los principales impulsores de las tecnologías verdes a través de su organización Breakthrough Energy.
“La civilización no desaparecerá”
En su texto, Gates señaló que, pese al aumento sostenido de las temperaturas globales, “la gente podrá vivir y prosperar en la mayoría de los lugares de la Tierra en el futuro próximo”.
El multimillonario delineó lo que llamó sus “Tres duras verdades sobre el clima”:
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El cambio climático no acabará con la civilización humana.
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La temperatura no es la mejor medida del progreso.
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La salud y la prosperidad son las defensas más sólidas contra la desestabilización climática.
Aunque reconoció que el planeta está lejos de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, Gates sostuvo que debe valorarse el progreso logrado hasta ahora en la reducción de emisiones y el desarrollo de energías limpias.
“Nuestro principal objetivo debería ser prevenir el sufrimiento, especialmente para quienes viven en las condiciones más difíciles en los países más pobres del mundo”, afirmó el fundador de Microsoft.
Según Gates, el enfoque más eficaz para enfrentar la crisis climática pasa por mejorar las condiciones de vida, garantizando que menos personas vivan en la pobreza y con mala salud, de modo que los eventos climáticos extremos no representen una amenaza tan devastadora.
Llamado a un cambio estratégico en la COP30
De cara a la próxima cumbre climática COP30, Gates instó a los líderes mundiales a “priorizar las acciones con mayor impacto en el bienestar humano”, en lugar de centrarse únicamente en los objetivos de temperatura o emisiones.
El filántropo enfatizó que el combate al cambio climático debe ir de la mano de políticas que fortalezcan la resiliencia social y económica en los países en desarrollo, donde los efectos del calentamiento global se sienten con mayor intensidad.
Críticas de la comunidad científica
Las declaraciones del empresario generaron críticas inmediatas desde sectores científicos y ambientalistas, que consideraron que su planteamiento simplifica en exceso la relación entre desarrollo humano y acción climática.
“El señor Gates ha establecido un marco erróneo que contrapone la mejora de la calidad de vida a los objetivos de temperatura y emisiones basados en la ciencia. De hecho, ambos están intrínsecamente conectados”, declaró a la AFP Rachel Cleetus, representante de la Unión de Científicos Preocupados.
Cleetus advirtió que el calentamiento global socava directamente los esfuerzos por erradicar la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, citando como ejemplo el huracán Melissa, “una tormenta monstruosa” que ha dejado “consecuencias mortales y costosas” en países que ya enfrentan crisis humanitarias complejas.
De la tecnología a la filantropía climática
Bill Gates dejó todos sus cargos ejecutivos en Microsoft en 2008 para dedicarse por completo a la filantropía global, centrando sus esfuerzos en la salud pública, la educación y el cambio climático.
En 2015, fundó Breakthrough Energy, un fondo que ha invertido más de 2.200 millones de dólares en tecnologías emergentes destinadas a acelerar la transición energética y la reducción de emisiones.
Con su nuevo ensayo, el magnate reafirma su visión de que la lucha contra la pobreza y la mejora de la salud global son elementos inseparables de la batalla contra el cambio climático, y que el futuro de la humanidad dependerá tanto de la innovación tecnológica como del desarrollo equitativo y sostenible.
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