Un duro informe del banco de inversión JP Morgan profundizó sobre los riesgos fiscales que enfrenta Chile, basándose en los datos de la ejecución presupuestaria del tercer trimestre y el proyecto de Ley de Presupuesto 2026. El documento sostiene que las perspectivas fiscales del país están ensombrecidas por el incumplimiento sistemático de los objetivos de equilibrio y promesas de austeridad que no se han materializado.
Un Déficit en Aumento y un Plan Correctivo Estancado
La entidad financiera internacional proyecta que el gobierno está a punto de incumplir una vez más su meta anual, con un déficit estructural que llegaría al 2,2% del PIB, muy por encima del objetivo original de 1,6%. Además, el banco alerta que el plan correctivo presentado para 2024 se ha estancado: de las medidas prometidas por un 0,58% del PIB, apenas se ha implementado un 0,16%.
«Las sucesivas revisiones de los objetivos de equilibrio estructural —que se incumplen sistemáticamente— y las reiteradas promesas de austeridad en el gasto que aún no se han materializado siguen proyectando una larga sombra sobre las perspectivas fiscales de Chile. Los riesgos de un déficit estructural cada vez mayor van en aumento«, señala el informe.
La Raíz del Problema: Gasto Corriente Descontrolado e Inversión Débil
JP Morgan identifica un patrón preocupante en la composición del gasto:
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Gasto Corriente: Aumentó 2,6% interanual en términos reales en los primeros ocho meses de 2025, superando con creces la proyección anual del gobierno (0,2%). Lograr la meta original ahora requeriría una drástica contracción en el último trimestre.
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Gasto de Capital (Inversión): Solo logró un modesto aumento del 2,2% interanual, muy por debajo de la expansión anual prevista de 18%.
 
El informe también destaca que los ingresos para 2025 serán 1,3 puntos porcentuales del PIB inferiores a las estimaciones de hace un año, agravando el desequilibrio.
Presupuesto 2026: Proyecciones «Optimistas» y un Congreso Adversario
Respecto al próximo año, JP Morgan cuestiona las proyecciones gubernamentales. Si bien el gobierno prevé un aumento de los ingresos del 4,7% interanual, el banco advierte que estas cifras se basan en «supuestos optimistas», como el esperado repunte de la recaudación de pequeños contribuyentes y los ingresos por la nueva Ley de Rentas del Capital.
En el lado del gasto, el borrador del presupuesto para 2026 incluye una «restricción clave: congelar los salarios nominales del sector público». Cualquier desviación de esta congelación, advierte el informe, «podría intensificar la presión sobre el gasto corriente y poner en peligro» el objetivo de déficit estructural del 1,1% del PIB.
La oposición, criticando la falta de claridad y abogando por recortes al gasto, ya se organizó y rechazó en bloque casi todas las partidas del Presupuesto 2026 en una medida sin precedentes, forzando negociaciones futuras en la Cámara de Diputados.
Deuda en Trayectoria Ascendente y el Contexto Electoral
La trayectoria de la deuda pública de Chile sigue en ascenso. Se proyecta que la deuda bruta alcance el 43,2% del PIB en 2026, acercándose al límite prudencial del 45%. JP Morgan subraya que «la deuda neta aumentará a medida que disminuyan los ahorros del Tesoro«, convergiendo a un preocupante 3,8% del PIB para 2030.
Este escenario fiscal se desarrolla en un contexto electoral polarizado. El banco analiza las propuestas de los candidatos con mayor respaldo:
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Jeannette Jara: Propone continuidad en las políticas y una transición gradual hacia un ingreso vital de $750.000 mensuales, reconociendo la necesidad de una gestión prudente.
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José Antonio Kast: Plantea un ajuste fiscal de US$6.000 millones en 18 meses, centrado en frenar abusos, mejorar la eficiencia y eliminar programas mal evaluados.
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Evelyn Matthei: Su programa propone recortar US$8.000 millones en gasto mal asignado en cuatro años, usando un enfoque de presupuesto de base cero.
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Johannes Kaiser: Presenta el plan más radical, que incluye eliminar múltiples impuestos (ganancias de capital, herencias, propiedades) y una drástica reducción del tamaño del Estado, eliminando hasta 200.000 empleos públicos en cuatro años y reduciendo ministerios de 25 a 9.
 
En definitiva, JP Morgan pinta un panorama complejo, donde los repetidos desvíos fiscales, la sobreestimación de los ingresos y el limitado progreso en el control del gasto han erosionado el margen fiscal del país, un desafío que heredará quien gane las elecciones presidenciales.
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