El gobierno de Estados Unidos actualizó su lista de minerales críticos, categoría que incluye aquellas materias primas consideradas “esenciales para la seguridad económica o nacional” del país.

Según explicó la administración estadounidense, estos minerales “poseen cadenas de suministro vulnerables a interrupciones” y “cumplen una función esencial en la fabricación de productos cuya ausencia tendría consecuencias significativas para la seguridad económica o nacional”.

En total, el nuevo listado incluye 60 minerales, entre ellos cobre, plata y uranio, además de diez nuevas materias primas que fueron incorporadas en esta actualización.

De acuerdo con Bloomberg, esta lista define qué productos básicos quedan incluidos en la investigación de la Sección 232, impulsada originalmente durante el gobierno de Donald Trump para evaluar la dependencia externa de Estados Unidos respecto a minerales críticos procesados y sus productos derivados.

La agencia financiera advirtió que esta actualización “podría conllevar aranceles y restricciones comerciales”, en el marco de la política del presidente Trump, quien ha priorizado el fortalecimiento del suministro nacional de minerales estratégicos.

“El presidente de Estados Unidos ha argumentado que la excesiva dependencia de suministros extranjeros pone en peligro la seguridad nacional, el desarrollo de infraestructura y la innovación tecnológica”, señaló Bloomberg.

En el caso de Chile, la medida tiene efectos mixtos. Si bien el cobre fue incluido como mineral crítico, el refinado de cobre chileno —principal producto exportado a Estados Unidos— fue excluido del arancel del 50% impuesto al cobre en general el 30 de julio pasado.

Bloomberg destacó que “las importaciones de cobre constituyen casi la mitad del consumo total de Estados Unidos y provienen principalmente de Chile, Perú y Canadá”, recordando además que la mayor parte del refinado mundial se realiza en China.

Otro de los objetivos de la lista actualizada es orientar inversiones y decisiones estratégicas en torno a proyectos mineros dentro del territorio estadounidense.

“No buscamos subsidios, pero si el gobierno está tratando de incentivar la producción nacional de cobre, es importante reconocer que Estados Unidos no tiene las mismas calidades que tenemos internacionalmente”, afirmó la directora ejecutiva de Freeport-McMoRan, Kathleen Quirk, en declaraciones a Reuters en marzo pasado.

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