La líder opositora venezolana y Premio Nobel de la Paz 2025, María Corina Machado, advirtió que Venezuela atraviesa un momento decisivo, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe y las crecientes tensiones con el régimen de Nicolás Maduro.

Las declaraciones de Machado coinciden con la llegada del portaaviones USS Gerald R. Ford —el más grande de la Marina de Estados Unidos— a aguas cercanas a la costa venezolana, y con nuevos movimientos de tropas del régimen chavista.

La opositora participó de manera remota en un foro organizado por el Grupo IDEA, integrado por ex presidentes iberoamericanos, realizado en el Miami Dade College. En su intervención, convocó a la población venezolana y a los líderes de la región a no permanecer indiferentes ante la coyuntura actual.

“Lo que ocurre en Venezuela no es solo un hecho nacional, es un punto de inflexión para toda América Latina”, afirmó Machado, instando a la comunidad internacional a acompañar el proceso que, según ella, marcará el inicio de una transformación profunda.

Machado sostuvo que el país vive “horas decisivas” y expresó su confianza en el movimiento social que la respalda.

“La gente unida, como ninguna generación venezolana antes, es la garantía de una transición ordenada, pacífica e irreversible”, declaró.

Asimismo, aseguró que Venezuela se encuentra “en el umbral de la libertad y de una transformación sin precedentes”. En caso de acceder al poder, prometió asumir de inmediato el control institucional y territorial, atender la emergencia humanitaria, promover la transparencia en las finanzas públicas y ejecutar reformas sociales y económicas integrales.

“Desde el primer día vamos a asumir el control institucional y del territorio, atender la emergencia humanitaria, poner orden, transparencia en las finanzas e iniciar las reformas profundas que harán que este cambio sea sostenido e irreversible”, enfatizó la líder opositora.

El foro del Grupo IDEA contó con la participación de figuras como José María Aznar (España) y Álvaro Uribe (Colombia), quienes debatieron junto a Machado sobre los retos de la transición democrática en Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Machado solicitó respaldo internacional y subrayó la necesidad de que las democracias de la región acompañen esta etapa de cambio.

“Necesitamos apoyo para lograr una transición pacífica; Venezuela tiene condiciones para convertirse en el milagro latinoamericano del siglo XXI”, afirmó.

El despliegue del USS Gerald R. Ford

Este martes, el USS Gerald R. Ford —portaaviones insignia de la Marina estadounidense con más de 4.000 marineros y numerosas aeronaves tácticas— entró en operaciones cerca del Caribe venezolano.

Washington justificó el movimiento como parte de una operación contra el narcotráfico y organizaciones criminales transnacionales. Desde septiembre, autoridades estadounidenses reportan la destrucción de unas 20 embarcaciones y la neutralización de 75 presuntos narcoterroristas en acciones en el Caribe y el Pacífico.

En respuesta, el régimen de Nicolás Maduro movilizó más de 200.000 efectivos de las fuerzas armadas, junto con unidades de la Milicia Bolivariana y otros organismos de defensa.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, confirmó que el despliegue abarca medios terrestres, navales, aéreos y fluviales, como parte de la preparación “ante amenazas imperiales”.

“Nos preparamos para defendernos de las amenazas imperiales”, declaró Padrino, al anunciar maniobras militares en todo el territorio nacional.

La Asamblea Nacional chavista aprobó además la Ley del Comando para la Defensa Integral de la Nación, destinada a fortalecer la inteligencia, el monitoreo de amenazas y la coordinación ante posibles crisis.

Maduro, por su parte, acusó a Estados Unidos de buscar una justificación para una intervención militar, afirmando: “La derecha maltrecha está amamantando las amenazas de la bestia imperialista del norte”, dijo el lunes durante un acto transmitido por la televisión estatal.

En este contexto de alta tensión militar y política, María Corina Machado reiteró su llamado a la unidad nacional y a la movilización ciudadana como herramientas esenciales para garantizar una transición pacífica y legítima, mientras la crisis venezolana gana protagonismo en la agenda diplomática y política del continente.

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