La noche del domingo, el ambiente en la sede del Partido Republicano reflejaba la frustración entre los principales dirigentes de Chile Vamos, quienes llegaron junto a Evelyn Matthei para respaldar a José Antonio Kast de cara a la segunda vuelta. Ninguno sonreía de manera espontánea y el silencio predominaba, evidenciando el malestar por los resultados de la primera vuelta presidencial.

El diagnóstico dentro del bloque es claro: el 16-N constituyó un verdadero sismo para la derecha tradicional. La candidatura presidencial de Matthei, que durante meses fue favorita en los sondeos, quedó relegada al quinto lugar, un desenlace que nadie anticipó. Este resultado también afectó a las tres colectividades de Chile Vamos: la UDI y RN retrocedieron en representación parlamentaria, mientras Evópoli quedó automáticamente disuelto al no alcanzar el mínimo legal de cuatro legisladores.

Crisis y cuestionamientos en Renovación Nacional

En Renovación Nacional (RN), el ex timonel Cristián Monckeberg expresó públicamente lo que muchos comentaban en privado: el ciclo de Chile Vamos estaría agotado. En una carta a la militancia, Monckeberg sostuvo: “Chile Vamos ha cumplido su ciclo. Me correspondió impulsar con fuerza su creación, que alcanzó grandes logros, entre ellos la segunda Presidencia de Sebastián Piñera y la bancada más numerosa en la historia del partido. Sin embargo, las sucesivas derrotas presidenciales, la decisión de no realizar primarias y una fórmula parlamentaria que no maximizó el rendimiento electoral nos obligan a romper inercias”.

Monckeberg planteó que RN debería integrarse al futuro gobierno como partido individual, sin la coalición, y luego evaluar un nuevo escenario político para la derecha.

El alcalde de Ñuñoa, Sebastián Sichel, coincidió en que la alianza debe darse por terminada, aunque enfatizó que la reconfiguración debe incluir un espacio para la derecha liberal. En el Senado, Paulina Núñez respaldó esta postura, mientras que el senador electo Andrés Longton propuso avanzar hacia un partido único de la derecha tradicional.

Por su parte, el diputado Diego Schalper pidió cautela, asegurando que las definiciones políticas deben esperar al desenlace de la segunda vuelta, mientras que el presidente de RN, Guillermo Ramírez, consideró prematuro hablar de un solo partido o coalición, calificando de exageradas las afirmaciones sobre el fin de Chile Vamos.

La UDI entre críticas internas y discusiones estratégicas

En la UDI, la directiva se encontraba reunida con la comisión política en su sede de Suecia, evaluando la situación tras un retroceso moderado en la Cámara (18 diputados electos) y una derrota total en el Senado, donde ninguno de los seis candidatos postulantes resultó electo.

El histórico Pablo Longueira criticó duramente a la directiva: “Aquí la UDI cometió muchos errores por no haber tenido una conducción firme y única. No se resolvió la realización de una primaria presidencial”.

A pesar del golpe, la colectividad destacó que el retroceso en diputados fue menor al de RN y subrayó la necesidad de evaluar la estrategia de cara a la segunda vuelta.

Evópoli queda disuelto y analiza acciones legales

El caso más crítico se dio en Evópoli, cuyo fracaso electoral fue inesperado. La colectividad no alcanzó el mínimo legal de cuatro parlamentarios electos, lo que la dejó automáticamente disuelta según los resultados preliminares. La directiva, liderada por Juan Manuel Santa Cruz, anunció un proceso de reflexión profunda y estudia acciones legales ante lo que consideran un cambio en los criterios del Servel, que ahora contabiliza a los parlamentarios en ejercicio al momento de determinar la supervivencia de los partidos.

“El resultado nos obliga a iniciar una reflexión profunda. No hemos sido capaces de interpretar el sentir mayoritario de la ciudadanía, y debemos corregir el rumbo y renovar nuestro proyecto político”, sostuvo la directiva.

Si se toma en cuenta a los senadores y diputados en ejercicio, Evópoli podría no disolverse, un argumento que ya está siendo evaluado por la colectividad con asesoría legal.

Escenario futuro

Mientras los republicanos aseguran que priorizarán un comando unido para la segunda vuelta y no contemplan una fusión con Chile Vamos, la derecha tradicional enfrenta una etapa de reconfiguración y debates internos sobre la estructura de la coalición, su liderazgo y su rol en un eventual gobierno de José Antonio Kast.

En definitiva, el 16-N dejó a Chile Vamos debilitado, con RN en caída histórica, la UDI cuestionada internamente y Evópoli al borde de la disolución, marcando un nuevo capítulo de incertidumbre para la derecha chilena.

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