El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución clave para el futuro de Gaza, otorgando respaldo a un plan impulsado por Estados Unidos que contempla la creación de una fuerza internacional de estabilización en el enclave palestino. El documento obtuvo 13 votos a favor y las abstenciones de Rusia y China, ambos miembros permanentes con poder de veto.

Una fuerza internacional hasta 2027

La resolución autoriza el despliegue temporal de una fuerza multinacional hasta finales de 2027, cuya misión será mantener la seguridad en Gaza, proteger los corredores humanitarios, vigilar las fronteras con Egipto e Israel y participar activamente en el proceso de desmilitarización, incluyendo el desmantelamiento de arsenales pertenecientes a grupos armados no estatales como Hamas.

Por primera vez, el Consejo incorpora una referencia explícita a una “vía creíble hacia la autodeterminación y la estatalidad palestina”, señal considerada un hito diplomático.

Celebración de Donald Trump

Tras la votación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró públicamente el resultado a través de Truth Social.

“Felicidades al mundo por el increíble voto del Consejo de Seguridad… una de las mayores aprobaciones en la historia de Naciones Unidas”, escribió. Aseguró que la medida “llevará a una mayor paz” y la calificó de “momento verdaderamente histórico”.

El embajador estadounidense ante la ONU, Mike Waltz, también destacó el avance: “La resolución marca un punto de inflexión hacia una Gaza segura, en paz y con la posibilidad de prosperar. Esto es solo el principio”, afirmó.

Una Junta de Paz como autoridad transitoria

La iniciativa se basa en un plan de 20 puntos del presidente Trump y contempla la creación de una Junta de Paz, organismo transitorio encargado de gestionar la ayuda, coordinar la recuperación económica y supervisar la reconstrucción.

El mandato invita a los Estados miembros a integrarse tanto a la Junta de Paz como a la fuerza multinacional, que trabajará en apoyo de una futura fuerza policial palestina. Además, autoriza el uso de “todas las medidas necesarias” para avanzar en el desarme, fórmula que en lenguaje de la ONU habilita el uso de fuerza bajo normas internacionales.

Un frágil contexto y apoyo árabe

La resolución llega en medio de un alto al fuego frágil entre Israel y Hamas, que permitió la liberación de rehenes y la llegada de ayuda humanitaria urgente.

El proceso estuvo acompañado por intensas consultas con gobiernos árabes y la Autoridad Palestina, que expresó su apoyo oficial al texto. Países como Qatar, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Indonesia, Pakistán, Jordania y Turquía solicitaron una “aprobación rápida” para poder sumarse a los esfuerzos de estabilización y reforzar la asistencia.

Tensiones con Israel y rechazo de Hamas

Pese al amplio respaldo internacional, el acuerdo generó resistencia en dos frentes clave.

Por un lado, el gobierno de Israel rechazó cualquier referencia a la creación de un Estado palestino, y el primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró su negativa a esta vía, asegurando que el desarme de Gaza “se logrará por la vía fácil o la difícil”.

Por otro, Hamas y otras facciones palestinas denunciaron que la resolución podría significar una tutela extranjera y afirmaron que el plan beneficia los intereses israelíes.

Tareas centrales de la misión

El nuevo mandato establece una coordinación estrecha con Egipto e Israel y atribuye al contingente internacional responsabilidades como:

  • Entrenar a fuerzas policiales palestinas,

  • Garantizar la circulación de bienes,

  • Mantener operativos los corredores humanitarios,

  • Supervisar el retiro progresivo de fuerzas israelíes, condicionado a avances en el desarme y la estabilización.

La abstención rusa y el trasfondo diplomático

En paralelo, Rusia había presentado la semana pasada un plan alternativo que enfatizaba la necesidad urgente de avanzar hacia una solución de dos Estados y mejorar los mecanismos de monitoreo de la ONU. Finalmente, Moscú optó por abstenerse en la votación.

Una diplomática del organismo calificó la resolución como “histórica”, destacando que su objetivo final es “crear un ambiente donde Israel pueda convivir con seguridad y los palestinos accedan a un horizonte político sustentable”.

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