Luego de los resultados del domingo 16 de noviembre, que redujeron al mínimo su presencia parlamentaria y dejaron al partido al borde de la disolución legal, la comisión política acordó sugerir al Consejo General apoyar a José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial.

En una declaración pública, la directiva señaló que, “a la vista de la situación electoral que vive el país, en que por primera vez en su historia una candidata militante del Partido Comunista pueda convertirse en Presidenta de la República, la Comisión Política ha acordado sugerir apoyar al candidato José Antonio Kast”, en alusión al triunfo de Jeannette Jara, quien pasó al balotaje tras imponerse en primera vuelta.

La recomendación se gestó en medio de un clima de profunda inquietud interna. Durante la mañana del lunes, dirigentes del partido reconocieron estar “en shock” por la magnitud del fracaso electoral.

Evópoli obtuvo solo un 2,62% en la elección de diputados, quedando lejos de los dos requisitos legales para mantener su existencia: lograr al menos el 5% de los votos o elegir cuatro parlamentarios. En total, la colectividad retuvo únicamente dos escaños en la Cámara de Diputados, muy por debajo de los seis que debía defender.

El golpe se sintió aún más fuerte debido al mal desempeño del bloque Chile Vamos, cuya candidata presidencial, Evelyn Matthei, terminó en un distante quinto lugar con 12,46%.

La noche del domingo, la directiva encabezada por Juan Manuel Santa Cruz asumió públicamente la derrota con un inusual nivel de autocrítica. “No hemos sido capaces de interpretar el sentir mayoritario de la ciudadanía”, señalaron en una carta difundida tras el cierre de los comicios, llamando a iniciar una “reflexión profunda” dentro de la colectividad.

Pese al complejo escenario, la mesa directiva mantiene cierta expectativa de evitar la disolución legal. Para ello, confía en que el Servicio Electoral (Servel) acepte una interpretación que permita considerar a sus dos senadores en ejercicio, Luciano Cruz-Coke y Sebastián Keitel, como parte del mínimo de cuatro parlamentarios exigidos por ley para garantizar la continuidad del partido.