La diplomacia internacional atraviesa horas críticas este viernes tras la difusión de una propuesta de paz elaborada por Estados Unidos para poner fin a la guerra con Rusia. El documento, que implica severas concesiones para Kiev, ha generado una respuesta firme por parte del gobierno ucraniano, que advierte que no aceptará condiciones que vulneren su soberanía.

Rustem Umerov, secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania y uno de los principales negociadores, fue categórico al declarar que el país no validará ningún acuerdo que traspase sus límites fundamentales. “No puede haber decisiones fuera del marco de nuestra soberanía, de la seguridad de nuestro pueblo o de nuestras líneas rojas”, afirmó el funcionario a través de Facebook.

Cumbre de emergencia con los aliados europeos

Ante la magnitud de la propuesta estadounidense, el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, sostuvo una llamada de alto nivel con sus principales socios europeos para analizar el escenario. En la conversación participaron el presidente francés, Emmanuel Macron, y los jefes de gobierno de Alemania y el Reino Unido, el canciller Friedrich Merz y el primer ministro Keir Starmer, respectivamente.

Al término del encuentro virtual, los líderes emitieron un comunicado conjunto en el que instaron a “proteger intereses vitales ucranianos y europeos”.

Posteriormente, Zelensky confirmó públicamente que su administración está analizando el borrador enviado por Washington. Aunque reconoció que el documento se ajusta a varias exigencias de Moscú, insistió en la necesidad de un desenlace justo: “Estamos trabajando en el documento preparado por la parte estadounidense. Debe ser un plan que garantice una paz real y digna”.

Los detalles del polémico plan estadounidense

Según la información trascendida, la propuesta de la Casa Blanca plantea condiciones que reconfigurarían drásticamente el mapa político y militar de la región. Entre los puntos más controversiales que Kiev tendría que aceptar se encuentran:

  • Limitación militar: Ucrania debería reducir su ejército a un máximo de 600.000 efectivos tras el conflicto.

  • Renuncia a la OTAN: Se descartaría definitivamente la incorporación de Ucrania a la Alianza Atlántica.

  • Cesión territorial de facto: Las fuerzas ucranianas deberían retirarse del territorio que aún controlan en el este, específicamente en la región del Donbás. Esta zona quedaría como un área desmilitarizada y sería reconocida de facto como rusa.

La Unión Europea debate en el G20

La repercusión del plan ha llegado hasta Sudáfrica, donde los líderes mundiales se reúnen para la Cumbre del G20. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció que el tema será central en las reuniones bilaterales al margen de la cumbre.

“Se hizo público un plan de 28 puntos. Debatiremos la situación tanto con los líderes europeos como con los dirigentes presentes aquí”, aseguró Von der Leyen en una rueda de prensa junto a António Costa, presidente del Consejo Europeo. La funcionaria reiteró el principio rector de la diplomacia europea: “Nada sobre Ucrania sin Ucrania”.

Por su parte, Costa aclaró que la Unión Europea (UE) no ha recibido una “comunicación oficial” del texto por parte de Washington, pero reafirmó que el bloque sigue “plenamente comprometido” con el apoyo a Ucrania bajo los principios de la carta de las Naciones Unidas.

El ultimátum del Kremlin

Desde Moscú, la reacción ha sido de presión inmediata. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, lanzó una advertencia directa a Zelensky, instándolo a aceptar la realidad en el terreno o enfrentar mayores pérdidas.

“La eficacia de las fuerzas armadas rusas debería convencer a Zelensky: es mejor negociar ahora que después”, declaró Peskov. El funcionario ruso subrayó que el margen de maniobra de Kiev “se reduce a medida que pierde territorio durante las ofensivas del ejército ruso”. Al igual que la UE, el Kremlin afirmó que no ha recibido el plan estadounidense por vías oficiales, aunque sus demandas parecen estar reflejadas en el borrador filtrado.

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