Las elecciones parlamentarias del domingo no solo definieron nuevos escaños en el Congreso: también activaron los mecanismos de financiamiento público que permiten a los candidatos —hayan sido electos o no— recibir un reembolso por los votos obtenidos. Este sistema, regulado por la Ley 19.884, garantiza que el Estado devuelva parte de los gastos de campaña que los postulantes declaren ante el Servicio Electoral (Servel), siempre que estos sean aprobados. El esquema, diseñado para reducir la dependencia del financiamiento privado, tiene un impacto especialmente visible entre figuras del espectáculo que incursionaron en la política en esta última elección.
El valor fijado por voto corresponde a 0,04 UF, cerca de $1.580. Además, la normativa contempla un incentivo adicional para candidatas mujeres: un monto extra de 0,01 UF por sufragio —aproximadamente $396— destinado a promover mayor representación femenina. Este ajuste beneficia directamente a postulantes como Marlen Olivari y Macarena Venegas, quienes incrementan sus reembolsos gracias al componente de género incorporado en la ley. En términos prácticos, la combinación de estos factores convierte cada voto en un elemento con valor económico cuantificable, lo que explica las cifras que empiezan a desplegarse tras los comicios.
A continuación, el detalle de los reembolsos estimados que recibirán las figuras del espectáculo que participaron en la contienda:
Felipe Ríos: 3.577 votos — $5.669.545
Jorge Garcés: 6.220 votos — $9.858.700
Carola Julio: 7.054 votos — $13.973.974
Aldo Duque: 7.250 votos — $11.491.250
Gonzalo Egas: 10.687 votos — $16.938.895
Marlen Olivari: 12.681 votos — $25.121.061
Macarena Venegas: 14.986 votos — $29.687.266
Pablo Herrera: 15.247 votos — $24.166.495
Carolina Herrera (doctora): 19.084 votos — $37.805.404
Pollo Valdivia: 25.386 votos — $40.236.810
Javier Olivares (electo): 31.971 votos — $50.674.035
Hotuiti Teao (electo): 40.054 votos — $63.485.590
Cristián “Dr. File” Contreras (electo): 52.565 votos — $83.315.535
Dentro del grupo, las cifras más altas corresponden a Javier Olivares, Hotuiti Teao y Cristián “Dr. File” Contreras. Este último supera los 83 millones de pesos, transformándose en el candidato del mundo del espectáculo que más reembolso recibirá. El fenómeno no solo refleja el arrastre de estas figuras en las urnas, sino también cómo la arquitectura del financiamiento estatal permite que campañas mediáticas —aunque no necesariamente exitosas electoralmente— obtengan retornos significativos.
Más allá de los montos individuales, estos reembolsos reabren un debate de fondo: ¿cómo influye el financiamiento público en la entrada de celebridades a la competencia política? ¿Y hasta qué punto el sistema actual incentiva candidaturas cuya principal fuerza radica en su notoriedad previa más que en estructuras partidarias consolidadas? Las cifras, por ahora, muestran que el voto no solo define representación: también tiene un valor tangible que puede reforzar —o incluso incentivar— la presencia de rostros conocidos en los procesos electorales futuros.



