El Partido de la Gente (PDG) definió este domingo su postura para la segunda vuelta presidencial del 14 de diciembre, luego de una consulta interna realizada de manera online. La colectividad entregó un mensaje claro: un 78% de los militantes se inclinó por el voto nulo o blanco, muy por encima del 20% que apoyó a José Antonio Kast y del 2% que respaldó a Jeannette Jara.

La consulta ofrecía tres alternativas: Jara (PC), Kast (Republicanos) o voto nulo. El sistema estuvo habilitado entre las 15.00 y 18.00 horas, aunque la entrega de resultados se postergó hasta pasadas las 22 horas del domingo.

El PDG opta oficialmente por el voto nulo

En un comunicado, el partido afirmó que, “respetando plenamente la voz de nuestros militantes, el PDG adopta como posición oficial para la segunda vuelta la opción Nulo o Blanco. Este resultado refleja el descontento legítimo de nuestras bases con las alternativas que estarán en el próximo balotaje”.

El texto añade que el PDG “sigue firme, trabajando con humildad y convicción, a pesar de haber sido excluidos de distintos espacios y ninguneados por las encuestas”, y subraya que la colectividad logró consolidarse “como la tercera fuerza política del país”.

La determinación no sorprende del todo. Durante las últimas semanas, el líder del partido y excandidato presidencial Franco Parisi había asegurado que, según sus sondeos internos, “más del 75%” de sus electores se inclinaría por anular.
La diputada Pamela Jiles (PDG) fue la primera figura de la colectividad en expresar públicamente su llamado al voto nulo o blanco.

Una base electoral esquiva: “Ni fachos ni comunachos”

En los comandos de Jara y Kast existían expectativas de capturar parte del electorado del PDG; sin embargo, las señales tanto de la dirigencia como de la militancia apuntaban en otra dirección.
La consigna de Parisi —“Ni fachos ni comunachos”— marcó la campaña de primera vuelta y reflejaba la distancia del partido respecto de ambas candidaturas.

El economista arrastra además una experiencia amarga: en 2021, pese a haber llamado a votar por Kast, el 70% de su electorado terminó apoyando a Gabriel Boric, según estudios de opinión. Ese episodio profundizó la fractura interna del PDG y finalmente provocó la renuncia de toda su antigua bancada parlamentaria.

Tensiones internas previas a la definición

La decisión de este domingo llega luego de semanas de tensiones al interior del partido.
El diputado electo Javier Olivares (PDG) declaró públicamente su apoyo a Kast, lo que generó incomodidad entre las bases. Días después, Pamela Jiles —a quien Parisi definió como la líder de la bancada— afirmó que le haría “la vida imposible” al republicano si llegaba a La Moneda, lo que provocó una fuerte controversia.

Jiles insistió en su postura y se transformó en la primera figura del PDG en llamar a votar nulo. En su cuenta de X publicó: “#VotoNuloYBlanco en segunda vuelta… Ni Kast ni Jara, vamos por Parisi 2030”.

El efecto del voto obligatorio y la estrategia del PDG

El llamado al voto nulo tiene una motivación estratégica.
Históricamente, los votos nulos y blancos han sido marginales, pero con el retorno del voto obligatorio, estas opciones han aumentado de forma significativa.

Para Parisi, promover el voto nulo podría capitalizar el descontento de un segmento de electores que no se siente representado por las dos alternativas del balotaje.

La importancia electoral de Parisi en la segunda vuelta

La postura del PDG es clave para las campañas de José Antonio Kast y Jeannette Jara, ambas en búsqueda del apoyo del electorado de Parisi, que en la primera vuelta alcanzó casi el 20% de los sufragios.

El PDG cuenta con poco más de 38 mil militantes, según el Servel, pero la influencia de Parisi va más allá de la militancia formal. El excandidato obtuvo más de 2,5 millones de votos en la primera vuelta, lo que lo convierte en un actor decisivo para el resultado final.

Queda abierta la interrogante: ¿seguirán los votantes de Parisi la definición del partido o decidirán de forma autónoma en la segunda vuelta?

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