Como se extraña tiempos de bonanza, donde el empleo estaba a tope, y éramos el mejor país para invertir, para generar empleo, y muchos extranjeros soñaban con venir a trabajar a este país ordenado, donde las instituciones funcionan, donde la democracia y el respeto al cargo de presidente era algo que se valoraba, junto a todos los cargos que eran ocupados por personas preparadas, responsables, que era un orgullo saber que este pequeño país era considerado el mejor de la región.

Existen varios motivos por lo que es difícil conseguir trabajo, sobre todo cuando para el gobierno que tenemos, nunca ha sido prioritario la seguridad, donde se dan beneficios públicos primeramente a extranjeros sin papeles por sobre los nacionales, que pagan impuestos y cumplen con exigencias, es lamentable que hayan destruido fuentes laborales por esa ideología absurda, añeja y asquerosa, que no les permite ver más allá de solo proteger a delincuentes foráneos que han ingresado ilegalmente, a eso le llaman ser solidarios. Abrir nuestra casa sin límites y no hacerse cargo de la ineptitud que posee esta pandilla de incapaces, es algo que se debe poner fin y eso dependerá de todos nosotros.

Los que venían a vilipendiar los gobiernos de los últimos 30 años, hoy están cosechando el desprecio de estos 4 años de flojera, de gustitos personales vergonzosos, de venir a cambiarlo todo, no solo se llevan millones de pesos, sino la desacreditación mayoritaria de todos quienes queremos volver a retomar la senda del crecimiento, con seguridad, sin delincuencia y tener una mejor calidad de vida.

No sacamos nada con tener una reforma previsional, que además es pésima, cuando no hay empleo, y sin trabajo no existen cotizaciones, sin cotizaciones no hay ahorro previsional, sin ahorros no hay mejores pensiones.

Cabe señalar que las pensiones se van constituyendo los primeros 10 a 15 años de la vida laboral, por lo mismo, cuando no tenemos crecimiento, cuando los inversionistas no tienen reglas claras e incentivos para invertir, todo ello repercute en la informalidad de quienes no encuentran trabajos y ello se traduce en que en nuestro país la cesantía aumenta y no hay trabajos disponibles.

​Cuando la pandilla gobernante no se preocupa de la inmigración ilegal, que los hospitales no tienen insumos, la lista de espera al tope, la educación destrozada por la ideología, campamentos por falta de viviendas, sino solo de hacer todo para volver a gobernar, es de una frivolidad digna de quienes se burlaron de los ciudadanos y mal utilizaron esa juventud, que no saben que es una enfermedad que se cura con el transcurso del tiempo.

Escrito para el Diario de Santiago por Margot Guerrero Bruner

Asesora Previsional

Corredor de Seguros

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