El último debate previo a las elecciones del próximo domingo entre José Antonio Kast y Jeannette Jara no solo ofreció un intenso intercambio en pantalla; también dejó al descubierto un clima político enrarecido que se extendió más allá del estudio de TVN. El encuentro, cargado de controversias, mostró a dos candidaturas en la recta final de una campaña polarizada, donde cada gesto y cada palabra parecían calculados al milímetro.

Mientras los candidatos debatían frente a las cámaras, en la terraza de TVN el ambiente fue diametralmente distinto. Allí, los acompañantes de ambas campañas siguieron la transmisión en un cóctel distendido, conformando una galería que reflejaba los polos políticos del momento. Entre los presentes por el comando de Jara destacaron Bombo Fica, Carolina Tohá e Ignacio Achurra; por el lado de Kast, hicieron acto de presencia Mara Sedini, Johannes Kaiser y Rodolfo Carter.

Dentro del estudio, el acceso estaba reservado para un selecto grupo de invitados. Entre ellos, sobresalió la figura de Don Francisco, convocado por Anatel como uno de los pocos autorizados a presenciar el debate en vivo. Pese a que el animador no pudo realizar su programa Las Caras de la Moneda debido a la negativa de Kast a participar, el candidato sí se acercó a saludarlo apenas lo vio, según consignó ADN.

Asimismo, una delegación internacional estuvo presente en el estudio, observando de primera mano cómo se desarrollan este tipo de instancias en Chile, un detalle que añadió un componente institucional y comparativo a la jornada.

Sin embargo, el verdadero termómetro del ambiente no estuvo necesariamente en las intervenciones televisadas, sino en los momentos fuera de cámara. De acuerdo con un testigo citado por ADN, durante los comerciales la tensión se acentuó: los candidatos “ni se miraban”, y en una de las pausas publicitarias Jeannette Jara incluso se levantó y se alejó rápidamente de José Antonio Kast, un gesto que evidenció lo áspero del cruce.

El debate, con su mezcla de espectáculo político, gestos simbólicos y tensiones evidentes, dejó un retrato nítido del clima con que Chile llegará a las urnas: un país atento, polarizado y expectante ante un desenlace que definirá el rumbo de los próximos años.

  • Esta noticia fue redactada utilizando los adelantos técnicos propios de este sitio web. Se acepta cualquier reproducción en otro medio, ojalá citando la fuente:www.eldiariodesantiago.cl

/gap