Una nueva modalidad de estafa está afectando a usuarios de WhatsApp, donde las llamadas perdidas desde números desconocidos se han convertido en el principal gancho para captar la atención de las víctimas y, posteriormente, robar sus cuentas mediante engaños cuidadosamente diseñados.

Este tipo de fraude se combina con técnicas de ingeniería social que buscan despertar la curiosidad o generar una falsa sensación de urgencia, con el objetivo de que sea el propio usuario quien inicie el contacto y facilite, sin saberlo, el acceso a su cuenta.

Cómo operan los estafadores con llamadas perdidas

La estafa comienza con una acción aparentemente inofensiva. Los delincuentes realizan una llamada perdida o envían un mensaje de texto desde un número desconocido, seguido de frases como: “Hola, tengo algo importante que decirte, ¿me puedes agregar a WhatsApp?”. En muchos casos, el contacto se refuerza con mensajes automatizados o voces con acento extranjero, que insisten en una supuesta situación urgente.

Una vez que la víctima responde o agrega el número, los estafadores logran establecer un canal de comunicación directo, evitando así algunas de las advertencias de seguridad que WhatsApp muestra al interactuar con números no guardados. Este paso resulta clave para avanzar en el engaño.

Posteriormente, los ciberdelincuentes intentan iniciar sesión en la cuenta de WhatsApp de la víctima desde otro dispositivo. Como parte del proceso de seguridad, la aplicación envía automáticamente un código de verificación de seis dígitos al teléfono del usuario legítimo.

Es en este punto donde se concreta la estafa. Los delincuentes solicitan el código con distintos pretextos, asegurando que llegó por error, que forma parte de un proceso de validación o que es necesario para completar una supuesta gestión. Si la víctima comparte ese número, los estafadores toman el control total de la cuenta.

El objetivo final: suplantar la identidad y estafar a terceros

Una vez que los criminales acceden a la cuenta, activan de inmediato la verificación en dos pasos y establecen un PIN conocido solo por ellos, lo que bloquea al propietario original e impide una recuperación rápida del perfil.

Con la cuenta secuestrada, los estafadores revisan el historial de conversaciones y seleccionan contactos cercanos, como familiares, amigos o compañeros de trabajo. Utilizando la foto, el nombre y el estilo habitual de comunicación del dueño de la cuenta, comienzan a enviar mensajes fraudulentos.

Generalmente, construyen relatos de urgencia, como supuestos problemas para realizar pagos, solicitudes de transferencias inmediatas o pedidos de ayuda económica. La confianza previa y la presión del tiempo llevan a muchas personas a transferir dinero o entregar información confidencial, creyendo que están ayudando a alguien conocido.

Cómo protegerse y evitar caer en la estafa

Ante este escenario, WhatsApp recomienda una serie de medidas de seguridad para reducir el riesgo de ser víctima de este tipo de fraudes.

La principal recomendación es no responder ni agregar números desconocidos, incluso cuando el mensaje parezca urgente o convincente. Asimismo, se enfatiza en nunca compartir el código de verificación de seis dígitos, ya que ningún proceso legítimo ni representante oficial lo solicita por llamada o chat.

Otra medida clave es activar la verificación en dos pasos, configurando un PIN secreto que agregue una barrera adicional frente a accesos no autorizados. También se aconseja revisar periódicamente los dispositivos vinculados a la cuenta, tanto en WhatsApp Web como en la aplicación de escritorio, para detectar sesiones sospechosas.

Finalmente, configurar la privacidad de forma restrictiva, limitando quién puede ver la foto de perfil, el estado o la información personal, ayuda a reducir la exposición frente a desconocidos. WhatsApp también permite bloquear y denunciar números sospechosos, contribuyendo así a la protección individual y colectiva de los usuarios.

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