A solo cinco días del triunfo del republicano José Antonio Kast en la segunda vuelta presidencial, sus intensas actividades han marcado la agenda política nacional, en medio de gestos institucionales, evaluaciones ciudadanas y señales hacia el exterior.
Kast se impuso con el 58,16% de las preferencias, equivalente a 7.254.850 votos, y su victoria estuvo acompañada de una alta valoración ciudadana —e incluso internacional— de las tradiciones republicanas. Entre ellas destacaron el llamado telefónico del Presidente Gabriel Boric al Presidente electo y la visita de la candidata derrotada, Jeannette Jara (PC), gestos que fueron ampliamente reconocidos como señales de respeto institucional y estabilidad democrática.
Uno de los momentos más comentados de la semana fue el discurso de 54 minutos que Kast ofreció tras su triunfo, el cual fue calificado por analistas como más moderado que sus intervenciones habituales. En él, el Presidente electo puso énfasis en la unidad de la actual oposición de cara a su futuro Gobierno y dedicó palabras a ex Mandatarios, lo que fue interpretado como un primer mensaje “templado y seguro”.
Viaje a Argentina y señal política internacional
Otro de los hitos relevantes fue su viaje a Argentina, donde se reunió con el Presidente Javier Milei en la Casa Rosada. La visita incluyó una fotografía simbólica junto a una motosierra, emblema del gobierno trasandino, lo que generó amplio debate político y mediático.
En este contexto, la encuesta Black & White, realizada entre el 16 y 17 de diciembre, profundizó en la percepción ciudadana respecto de estos primeros gestos del Presidente electo. Según el sondeo, un 58% de los encuestados se mostró de acuerdo con que Argentina fuera el primer destino internacional de Kast.
Alta valoración de las tradiciones republicanas
El estudio revela que la gran mayoría de la ciudadanía valora mucho o bastante todas las tradiciones republicanas consultadas. La más apreciada es la reunión de los equipos en La Moneda, con un 88% de valoración positiva (61% “mucho” y 27% “bastante”).
En segundo lugar aparece el llamado telefónico del Presidente en ejercicio al Presidente electo, con un 52%, mientras que la visita del candidato derrotado se ubica en el tercer lugar, con un 50% de valoración.
De acuerdo con la encuesta, esta valoración aumenta transversalmente entre los hombres, así como a mayor nivel socioeconómico (GSE) y edad.
Evaluación del discurso de Kast
En cuanto al tono y contenido del primer discurso de José Antonio Kast como Presidente electo, la mayoría lo evalúa positivamente: un 38% lo califica como muy bueno y un 24% como bueno.
Esta evaluación favorable crece entre hombres, personas de mayor GSE y mayores de 35 años. En ambos aspectos, la proporción que lo evalúa “muy bien” es igual o levemente superior al porcentaje de votos que obtuvo, lo que refuerza la idea de un respaldo inicial sólido.
Según Black & White, “se puede inferir que el mandato de Kast comenzará con el apoyo de quienes votaron por él y una fuerte oposición entre un 20% y 24% de la población, que rechaza su primer discurso”.
Percepción sobre el Gobierno de Boric
La encuesta también abordó la evaluación del actual Gobierno. Un 35% aprueba la forma en que el Presidente Gabriel Boric está conduciendo su administración, lo que representa un aumento de 5 puntos porcentuales respecto de la semana anterior.
Pese a ello, la principal preocupación ciudadana sigue siendo la inseguridad, delincuencia y narcotráfico, mencionada por un 70% de las personas en primer o segundo lugar. En esta materia, la aprobación de la gestión presidencial subió a un 30%, es decir, 4 puntos porcentuales más que la semana pasada.
Asimismo, el sondeo muestra un aumento sostenido de la inmigración como tema prioritario, alcanzando un 31% de menciones, posicionándose por primera vez desde junio como el segundo principal problema del país. En tercer lugar aparece la economía, con un 30%.
En conjunto, los resultados reflejan un escenario político marcado por una transición valorada institucionalmente, un respaldo inicial relevante al Presidente electo y desafíos persistentes para el Gobierno en ejercicio, especialmente en materia de seguridad e inmigración.
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