En el último debate presidencial antes de las elecciones que, finalmente ganó José Antonio Kast por paliza, tanto él como su contrincante, dieron sus definiciones frente al polémico megaproyecto de hidrógeno verde, cercano al Observatorio Paranal. Mientras la candidata por el Partido Comunista, Jeannette Jara, se mostró a favor de la iniciativa, el candidato por el Partido Republicano declaró estar a favor de la astronomía.

Revivamos aquel momento:

HOY EL PROYECTO RECIBIÓ DURO GOLPE EN LA CÁMARA

Un decisivo avance legislativo materializó esta semana un proyecto que busca equilibrar dos pilares estratégicos para Chile: su liderazgo científico-astronómico mundial y su transición energética. La Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados aprobó en general, con 8 votos a favor, una abstención y el voto en contra del diputado republicano José Carlos Meza, una iniciativa que establece medidas para la protección de los cielos en áreas de alto valor científico para la observación astronómica.

El núcleo de la propuesta, impulsada por parlamentarios oficialistas, radica en la creación de zonas de exclusión de 70 kilómetros alrededor de los observatorios Paranal y Armazones, en la Región de Antofagasta. De convertirse en ley, esta normativa impediría la concreción del megaproyecto de hidrógeno verde INNA, de AES Andes, actualmente en evaluación ambiental. Según el diputado del Partido Ecologista Verde, Félix González, proyectos de esta envergadura harían «inútil la observación astronómica» debido a la turbulencia generada por torres eólicas, el polvo en suspensión, las vibraciones constantes y la contaminación lumínica.

La iniciativa, sin embargo, enfrenta una compleja red de tensiones. Inmediatamente después de su aprobación en comisión, el Concejo Municipal de Taltal, presidido por el alcalde Mario Acuña (DC), solicitó por unanimidad su retiro. Paralelamente, fuentes del sector industrial advierten que la norma afectaría a más de 40 proyectos de inversión, vulnerando, a su juicio, el derecho a desarrollar actividades económicas lícitas. Entre los proyectos potencialmente impactados se encuentran iniciativas emblemáticas como “Híbrido Solar, Eólico y de Almacenamiento de Energía Llanura Solar” y “Arena BESS” del fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners (CIP), con una inversión conjunta estimada en US$1.600 millones, y el “Parque Híbrido Pampas” de AES Andes (US$800 millones), ya aprobado ambientalmente en noviembre de 2024.

El debate trasciende lo ambiental y energético, adquiriendo dimensiones constitucionales y económicas. Las mismas fuentes industriales recomiendan un análisis exhaustivo por parte de las comisiones de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y de Minería y Energía, argumentando la necesidad de evaluar los efectos jurídicos y productivos en una zona de alta concentración de concesiones mineras.

En respuesta a estas críticas, los parlamentarios promotores buscan matizar el alcance. El diputado Félix González aclaró que “no quiere decir que no se puede hacer nada ahí, sino que son estos proyectos que pueden alterar la protección astronómica”. En la misma línea, el diputado Jaime Araya expresó el compromiso de presentar indicaciones para delimitar la restricción a megaproyectos, excluyendo así a la pequeña y mediana minería. El plazo para presentar estas enmiendas vence el 5 de enero de 2026, con la votación en particular programada para iniciarse el 7 de enero.

Este proyecto de ley, que emergió incluso en el debate presidencial de Anatel —donde José Antonio Kast se mostró contrario a INNA y Jeannette Jara a favor—, podría sentar un precedente regulatorio de vasto alcance. Su trámite futuro definirá no solo el destino de inversiones millonarias, sino también los límites de la protección de un patrimonio científico único y la configuración del modelo de desarrollo para el norte de Chile.

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