La Sala del Senado aprobó la acusación constitucional en contra del suspendido ministro de la Corte Suprema, Diego Simpértigue, tras una extensa jornada en la que los senadores analizaron el libelo acusatorio presentado por notable abandono de deberes.

La acusación se sustentaba en tres capítulos, y para que procediera la destitución del magistrado se requería la aprobación de al menos uno de ellos con el quórum correspondiente. Finalmente, el Senado aprobó dos de los tres capítulos, lo que dejó a Simpértigue inhabilitado para ejercer cargos públicos por un período de cinco años.

Capítulo uno: causa Belaz Movitec

El primer capítulo, que requería un mínimo de 26 votos, fue aprobado de manera unánime, con 43 votos a favor, sin rechazos ni abstenciones.

Este apartado del libelo acusó al ministro de incurrir en una falta grave al deber de probidad, abstención e imparcialidad, en el marco de la causa Belaz Movitec, conocida públicamente como la “trama bielorrusa”.

Según la acusación, Simpértigue intervino directamente en la resolución de causas judiciales pese a mantener vínculos personales con los abogados de la empresa, Eduardo Lagos y Mario Vargas, quienes se encuentran imputados por los delitos de cohecho y lavado de activos. Esta conducta, estimaron los senadores, comprometió gravemente la independencia judicial.

Capítulo dos: nombramientos notariales

El segundo capítulo, que acusaba un notable abandono del deber de probidad por conflictos de interés en nombramientos notariales, fue finalmente rechazado.

Este punto apuntaba a que el ministro permitió que su hijastro fuera designado notario interino dentro de la jurisdicción de la Corte de Apelaciones de San Miguel, tribunal que él mismo evaluaba y supervisaba.

La votación arrojó 18 votos a favor, 3 en contra y 19 abstenciones, lo que no permitió alcanzar el respaldo necesario.

Capítulo tres: caso Fundamenta

El tercer capítulo sí fue aprobado, con 33 votos a favor, uno en contra y seis abstenciones. En este se acusó a Simpértigue de infringir los deberes de abstención, imparcialidad y probidad en el marco del caso Fundamenta, también a cargo de los abogados Lagos y Vargas.

La acusación señaló que, posteriormente a su participación en esa causa, el ministro habría realizado un viaje de placer en crucero por Europa durante 10 días junto a dichos abogados, lo que fue considerado incompatible con los estándares éticos exigidos a un ministro del máximo tribunal del país.

Defensa del ministro

Durante la mañana, a su llegada al Congreso Nacional, el suspendido ministro manifestó su confianza en el proceso.

“Espero que esto resulte bien, no solo por los argumentos, sino por los antecedentes que tenemos, y espero que el Senado haga justicia en este caso”, declaró.

Consultado sobre si negaba las acusaciones, fue enfático: “Tajantemente le digo que nunca ha habido ninguna irregularidad”.

Más tarde, durante el análisis del libelo, Simpértigue se dirigió a los senadores señalando:
“Estoy acá presente con humildad. He sido juez toda mi vida y no merezco lo que me pasa. Todo lo que ocurrió fue parte de la normalidad, no hay nada que sospechar. Actué de buena fe”.

Añadió además que su situación se debía a no contar con redes de poder: “Todo lo que me ha pasado es precisamente porque no tengo detrás de mí grupos de poder o redes económicas, sociales o políticas. Tengo la conciencia tranquila y lo único que pido es que conmigo sean justos”.

Argumentos en el Senado

Durante el debate, diversos senadores fundamentaron su voto. El senador David Sandoval (UDI) sostuvo que: “la vida privada de un juez deja de ser estrictamente privada cuando se entrelaza con intereses y afecta la percepción pública de independencia”, agregando que no sancionar estas conductas “sería devastador para el Estado de Derecho”.

El senador Iván Flores (DC) afirmó que la falta de inhabilitación del ministro en ciertas causas “revela una conducta incompatible con la independencia que deben tener los jueces”, mientras que la senadora Carmen Gloria Aravena (IND) subrayó que la ética judicial exige no solo imparcialidad real, sino también apariencia de imparcialidad, advirtiendo que su pérdida erosiona la confianza ciudadana.

Por su parte, el senador Karim Bianchi (IND) aseguró que: “Chile merece un Poder Judicial sin corrupción, sin favores, con dignidad e independencia”, razón por la cual votó a favor de los tres capítulos.

También manifestaron su respaldo al libelo, total o parcialmente, los senadores Gastón Saavedra (PS), Claudia Pascual (PC), Fidel Espinoza (PS) y otros parlamentarios de diversas bancadas.

En tanto, los senadores Pedro Araya (PPD) y Francisco Chahuán (RN) se inhabilitaron de participar en la votación.

Con esta decisión, el Senado dio por concluido el proceso constitucional, marcando una de las acusaciones más graves contra un ministro de la Corte Suprema en los últimos años.

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