La NASA ha localizado en Marte evidencias sólidas de un sistema complejo de cuevas bajo la superficie, un hallazgo que podría aportar nuevas claves sobre la habitabilidad pasada del planeta rojo. El descubrimiento se sustenta en un estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters, centrado en la región de Hebrus Valles.
Un entorno hostil en la superficie marciana
La superficie de Marte presenta hoy un ambiente extremadamente agresivo, caracterizado por:
- Radiación cósmica intensa
- Fuertes variaciones térmicas
- Una atmósfera muy tenue
Estas condiciones han llevado a los científicos a plantear que, si la vida llegó a existir en Marte, pudo desarrollarse en espacios protegidos bajo el subsuelo, donde el entorno sería más estable.
Desde hace años, las misiones orbitales han detectado depresiones circulares y aberturas abruptas en el terreno. Tradicionalmente, estas estructuras se han asociado a tubos de lava colapsados, una explicación coherente en regiones volcánicas, pero menos convincente en áreas alejadas de dichos entornos.
Un origen ligado al agua
El nuevo estudio pone el foco en Hebrus Valles, una zona marcada por un pasado dominado por el agua. Allí se han identificado ocho aberturas cuya morfología y contexto geológico no encajan con un origen exclusivamente volcánico, sino con procesos de disolución similares a los sistemas kársticos terrestres.
En la Tierra, las cuevas kársticas se forman cuando el agua disuelve lentamente rocas solubles como carbonatos y sulfatos, generando galerías subterráneas que pueden colapsar con el tiempo. Los investigadores sostienen que un mecanismo comparable pudo operar en Marte durante etapas más húmedas de su historia.
El análisis geomorfológico, basado en modelos digitales del terreno obtenidos de imágenes de alta resolución, revela:
- Depresiones con perfiles en cuenco
- Paredes muy pronunciadas
- Patrones de subsidencia escalonada, indicativos de un debilitamiento progresivo del subsuelo
Implicaciones para la astrobiología
Los datos mineralógicos del Thermal Emission Spectrometer de la misión Mars Global Surveyor muestran una concentración significativa de carbonatos y sulfatos en las zonas estudiadas. Esta composición refuerza la hipótesis de una interacción prolongada entre roca y agua.
Los científicos consideran que estas cuevas podrían haber ofrecido:
- Un entorno más estable que la superficie
- Menor exposición a la radiación cósmica
- Mejores condiciones para preservar posibles biomarcadores
Por ello, estos espacios subterráneos representan uno de los escenarios más prometedores para futuras misiones de exploración marciana.
Conclusión
El hallazgo de la NASA en Hebrus Valles abre una nueva ventana para comprender la historia geológica y la posible habitabilidad de Marte. Las cuevas subterráneas, formadas por procesos ligados al agua, podrían convertirse en objetivos prioritarios para la astrobiología y para las próximas misiones que busquen rastros de vida en el planeta rojo.
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