Rusia pidió a Ucrania que retire sus tropas de la región oriental del Donbás como requisito indispensable para poner fin al conflicto iniciado tras la invasión a gran escala en 2022.
La exigencia del Kremlin se conoció antes de la reunión entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensky, programada en Florida, encuentro que busca destrabar las negociaciones de paz tras más de tres años de enfrentamientos.
La postura del Kremlin
El asesor diplomático del presidente ruso, Yuri Ushakov, fue enfático al señalar que Kiev debe tomar una “decisión valiente” para terminar la guerra.
“Para poner fin, Kiev debe tomar una decisión valiente. Sería sensato tomar sin demora esta decisión sobre Donbás”, declaró Ushakov a la prensa.
Según Moscú, la única vía realista para detener el conflicto es que Ucrania abandone el 10% de la región del Donbás que aún controla, dado que las fuerzas rusas ya dominan el 90% del territorio. En el balance general, Rusia administra aproximadamente una quinta parte del territorio ucraniano desde el inicio de la invasión.
Putin y Trump alinean posiciones
La postura rusa fue ratificada tras una conversación telefónica entre Vladimir Putin y Donald Trump.
De acuerdo con Ushakov, ambos presidentes sostienen puntos de vista similares respecto a que un alto el fuego temporal, como el propuesto por Ucrania y algunos países europeos, solo prolongaría el conflicto y aumentaría el riesgo de reanudar las hostilidades.
El asesor subrayó que Moscú no aceptará un cese de hostilidades provisional que permita a Kiev reorganizarse o buscar ventajas políticas.
Argumentos de Rusia y rechazo de Ucrania
El Kremlin insiste en que la ocupación del este de Ucrania responde a motivos de seguridad y a la protección de las poblaciones de habla rusa. Por su parte, Kiev y sus aliados europeos rechazan cualquier legitimación de la invasión o anexión de territorios, advirtiendo que aceptar la retirada equivaldría a consolidar la ocupación y sentar un peligroso precedente para la seguridad en Europa.
La llamada entre Putin y Trump
La conversación entre ambos líderes, que duró más de una hora, fue descrita por Moscú como “amistosa” y se produjo por iniciativa estadounidense.
Ushakov indicó que Trump escuchó atentamente las evaluaciones rusas sobre las perspectivas de alcanzar un acuerdo y reiteró su interés en lograr el fin de la guerra lo antes posible. Además, mencionó las oportunidades de cooperación económica que podrían surgir para Estados Unidos, Rusia y Ucrania tras el cierre del conflicto.
Un contexto militar complejo
La presión rusa llega en un momento crítico para Ucrania, que ha perdido terreno en el este y enfrenta una ofensiva sostenida de las fuerzas rusas. Moscú asegura que su avance en el Donbás y otras regiones estratégicas se ha traducido en la captura de decenas de localidades en los últimos meses.
Mientras tanto, Zelensky mantiene su posición de no ceder territorio y busca garantías internacionales para asegurar la integridad y soberanía de Ucrania en cualquier acuerdo futuro.
Incertidumbre en Europa
El rechazo a un alto el fuego temporal por parte de Rusia y Estados Unidos genera inquietud entre los aliados europeos, que temen un estancamiento del proceso de paz y una prolongación de la guerra.
El resultado de la cumbre en Florida y las próximas conversaciones entre Washington, Kiev y Moscú serán determinantes para definir el rumbo de las negociaciones y la posibilidad real de detener el mayor conflicto armado en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
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