Hasta hace algunas semanas no estaba claro cuán activa estaría la ex Presidente Michelle Bachelet en la campaña municipal. En su círculo más cercano del PS, aseguran que la ex Mandataria se limitaba a señalar que no se negaría a tomarse una foto con los candidatos que quisieran.

Varios le advirtieron que eso sería visto como estar en campaña. Bachelet les había repetido en varias ocasiones que no estaba disponible para una nueva aventura presidencial y que debían buscar nuevos liderazgos.

La presión sobre Bachelet

Si bien al principio su idea era sólo aportar con talleres y documentos programáticos desde su fundación Horizonte Ciudadano, su creciente respaldo en las encuestas fueron reconfigurando ese plan.

La primer señal concreta la habría dado el 10 de julio cuando se reunió con los presidentes de partido del oficialismo, en el marco de su visita al Congreso en Valparaíso para escuchar la cuenta pública de de la presidenta de la Cámara, Karol Cariola.

En ese encuentro, la ex Presidenta les dijo a los timoneles oficialista que iba a jugar un rol activo en las municipales, pero que no se entusiasmaran, ya que eso no significaba que sería candidata presidencial.

A esa altura la presión era alta. No solo las encuestas apuraban a la ex Mandataria, también la presión de algunos partidos, especialmente el PC. Ese día no solo el presidente de ese partido, Lautaro Carmona, le manifestó su respaldo, sino también minutos antes se reunió con Cariola, quien la invitó personalmente a su cuenta pública, instancia en la que también habrían hablado sobre la importancia de su liderazgo.

El todo o nada de Bachelet en las municipales

En medio de esta presión y los números de las encuestas -donde Bachelet figura levemente por debajo de Evelyn Matthei en evaluación positiva-, la ex Mandataria, dicen en el oficialismo, tomó una decisión: pondrá a prueba su capital político, una vez más, en la próxima elección municipal.

Tanto en el Socialismo Democrático como en Apruebo Dignidad dicen que esta elección será clave para el futuro de su eventual candidatura, y para definir si ambos sectores se cuadran tras su nombre o comienza la tarea de buscar un nuevo candidato.

El objetivo de la ex Presidenta, por su lado, es intentar retrasar al máximo una eventual candidatura presidencial, y el primer paso será comprobar si el respaldo en las encuestas se traduce en votos para los candidatos que apoye, lo que no logró en las pasadas elecciones de convencionales.

Una de las batallas clave donde la ex Presidenta medirá su respaldo ciudadano es en la comuna de Santiago, donde ya se ha desplegado con la actual alcaldesa Irací Hassler (PC). Se trata de uno de los principales escenarios de la contienda municipal, y que la oposición busca recuperar con el ex ministro Mario Desbordes.

Esta semana, la ex Mandataria participó con Hassler en la inauguración del nuevo Centro de Cuidados de la comuna, bautizado con el nombre “Presidenta Michelle Bachelet Jeria”.

Otras comunas importantes de conservar serán Ñuñoa, donde la actual alcaldesa Emilia Ríos enfrentará al ex candidato presidencial de Chile Vamos, Sebastián Sichel.

En el oficialismo aclaran que el despliegue de Bachelet será total, y el punta pie inicial lo dio el jueves en el congreso programático que lideró con alcaldes y líderes del Socialismo Democrático, Apruebo Dignidad y la DC.

En este escenario, la noche del 27 de octubre, en «el bacheletismo» vivirán su propio conteo. Si el oficialismo y el respaldo de Bachelet permite triunfos clave para el oficialismo, será un paso importante en una eventual tercera aventura presidencial. Aunque su idea es incluso con un buen resultado seguir esperando.

El plan b que preparan los partidos

Si por el contrario esa noche los resultados no son positivos, la ex Presidenta apunta al menos a haber dejado un programa que permita al sector apuntar a la unidad. Ese se trataría de un interés que el propio Presidente Gabriel Boric le habría transmitido a la ex Mandataria.

En el oficialismo, en tanto, reconocen que un mal resultado sería la lápida para un tercer periodo de la ex Presidenta. En ese escenario, incluso, lo natural es que se desate la carrera de los candidatos y nombres que los partidos y cada sector prepara como plan b.

En el PPD, no es un misterio que la opción es la ministra del Interior Carolina Tohá.

La propia Tohá se abrió a esta opción esta semana. “Va a haber que decidirlo en su momento”, dijo el viernes consultada por la prensa.

En algunos sectores del PS tampoco la ven como una mal nombre en el caso de que finalmente la ex Presidenta no compita.

En Tele 13 Radio, el ministro de la Segpres, Álvaro Elizalde, hizo un gesto a Bachelet y Tohá, señalando que «yo puedo adelantar algo genérico, sin ánimo de debate: me encantaría que tuviéramos nuevamente una presidenta mujer«.

En el PS sin embargo también se menciona al propio Elizalde y a la presidenta del partido Paulina Vodanovic, quien ha liderado la agenda para diferenciarse del PC y el FA.

También pensando en una eventual primaria, en el caso de que la ex Mandataria no vaya, en el Partido Radical ya han comenzado a activar al ex ministro y figura histórica del partido, José Antonio Gómez. Gómez lideró esta semana un conversatorio con los candidatos radicales.

En el Socialismo Democrático aseguran que si bien de ser necesario se cuadrarán detrás de la ex Presidenta Bachelet, el escenario de que no compitiera les permitiría diferenciarse de Apruebo Dignidad, y enfocarse tranquilos en la reconstrucción de su sector.

Jara y Vodanovic: Las cartas de Apruebo Dignidad

En el Frente Amplio, en tanto, ha comenzado a circular la idea de que en caso de tener que competir, tienen nombres fuertes, y que se debe apostar por una primaria amplia. Esa idea se reforzó tras la última encuesta CEP. Ahí entre los políticos mejor evaluados apareció pisándole los talones a la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, y a la propia ex Presidente Bachelet, el alcalde de Maipú Tomás Vodanovic.

En el FA aseguran que la idea es proyectar a Vodanovic para el futuro y que su foco está puesto en la alcaldía, sin embargo, en un escenario en que Bachelet no vaya, la idea que se ha instalado es que el partido del Presidente no puede no llevar un liderazgo fuerte. De ahí, dicen que para Vodanovic sería difícil decir que no, si el propio Presidente se lo pide.

En el PC, el tema es más complejo. Se trata del partido que más ha presionado por una candidatura de la ex Presidenta. En la tienda sienten una nostalgia por lo que fue el segundo gobierno de la ex Mandataria y el trato que ella tuvo con el PC.

Si no es Bachelet, en la tienda las opciones se van reduciendo. Especialmente después que la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, anunciara que está embarazada. Si en el partido algunos sectores ya la sentían alejada de la tienda y su directiva -y más cercana al Presidente y el Gobierno- su embarazo y un segundo hijo, creen, podría hacer más difícil convencer a Vallejo de involucrarse en una campaña presidencial.

El otro nombre que asoma como eventual carta presidencial del partido es la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, quien hasta ahora es evaluada como carta al Senado o a la Cámara de Diputados.

En el partido creen que si la ministra Jara logra un buen resultado con la reforma de pensiones, eso podría encumbrarla en las encuestas.

Original de El Líbero

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