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Este golazo, requete contra golazo de Andrés Vilches le permitió a Ñublense obtener el primer triunfo internacional de su historia a nivel de Copas continentales

Y creemos que fue justicia.

Porque más allá de un primer tiempo deslucido por parte del equipo chileno, que se retiró a los vestuarios perdiendo 0-1 (gol de Rómulo Otero, ex Huachipato) en la etapa de complemento nunca bajó los brazos y luchó, pese a que el partido siempre se le iba dando en contra.

Sin embargo, el empuje, el coraje, el no entregarse y resistirse a aceptar una nueva derrota en Copa Libertadores (ya había caído Ñublense ante Flamengo como visitante y Racing como local) le permitió continuar con vida.

En ese sentido, desde el ímpetu que impregnaba Jaime García desde fuera de la cancha y la respuesta de todos los jugadores en el campo de juego fue encomiable.

En ese sentido, hubo hombres que fueron fundamentales: Nicola Pérez, que con un par de tapadas evitó el 0-2 que habría sido lapidario; Rafael Caroca, que se quedó solo atrás, mientras todos sus compañeros se iban  al ataque; Lorenzo Reyes y Juan Leiva que empujaron a su equipo y metieron al rival en su área; Y Andrés Vilches, que entró iluminado, como en la última fecha del torneo local, para anotarle un gol muy parecido al de esta noche a Palestino, en La Cisterna.

Pero, muy especialmente, hubo dos jugadores fundamentales: Bernardo Cerezo (que corrió toda su banda, una dos y tres veces, hasta que encontró el centro para el empate 1-1) y Patricio Rubio, que fue un peligro constante en el área y buscó y buscó su gol, hasta que lo encontró.

Se celebró como había que celebrarlo. Y se recordará como hay que recordarlo.

Histórico, el primer triunfo internacional de Ñublense en un Copa continental.

Y lo reiteramos: muy, pero muy merecido

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/por Gerardo Ayala Pizarro. Fotos: twitter de Ñublense y Aucas