La presidenta de la Asociación de AFP, Paulina Yazigi, insistió en sus críticas a la reforma de pensiones que impulsa el Ejecutivo y que recientemente cruzó su primera valla legislativa al ser aprobada por la comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados, tras 14 meses de un aspero debate.

En un comunicado, Yazigi profundizó en sus cuestionamientos por el preponderante rol que tendría el Estado en el sistema de pensiones de ser aprobada esta reforma como está en el Congreso. «Esta reforma de pensiones no es lo que Chile necesita. No apunta a los verdaderos problemas por los cuales gran parte de las pensiones autofinanciadas son bajas», apunto.

La iniciativa comenzó a ser discutida por la comisión de Hacienda de la Cámara, donde la distribución del 6% de cotización adicional no es el único tema en cuestión, sino que también otros puntos como la licitación del stock de afiliados y la separación de la industria, lo que cambiaria el sistema privado tal y como se conoce hoy.

En esa línea, la presidenta de la Asociación de AFP afirmó que la reforma «exige 6% de cotización adicional solamente a los trabajadores formales, dejando fuera a los independientes, para con tres de esos seis puntos subir en el corto plazo las pensiones de los actuales pensionados, y de los que están cerca de pensionarse».

«Pero en el mediano y largo plazo, mujeres y hombres no recibirán ese seguro social, quedando esos fondos para el Estado. Por esto, es un impuesto al trabajo, perjudicando a los trabajadores formales que tienen empleador (en gran parte, a las pymes)», agregó.

Yazigi afirmó que desde el gremio no se oponen a la solidaridad, «pero el tema es cómo se financian las pensiones», añadiendo que «la creación de este sistema de reparto lleva a la reorganización del sistema, y esta reforma abre la puerta a la estatización de las pensiones de los trabajadores y trabajadoras».

«Como está diseñado, en pocos años el Estado administrará gran parte de los ahorros previsionales de los trabajadores, con todos los riesgos políticos que esto conlleva, impactando, además, las tasas de interés, la inversión, el crecimiento, el empleo y las pensiones», subrayó. A lo que se suma -continuó- «que habrá un monopolio en la atención de más de 13 millones de afiliados y pensionados, licitación que también controlará el Estado, y que atenta contra la libre competencia, y la calidad de atención».

«No hay fórmulas secretas para subir las pensiones. Se debe subir la tasa de cotización del 6% completo a las cuentas individuales del trabajador; se deben disminuir las lagunas y la informalidad -que afecta a 2,4 millones de personas-, se requiere enfrentar la mayor expectativa de vida, y mejorar el régimen de inversiones», cerró.

Pymes

Desde el mundo de las empresas de menor tamaño también surgieron reparos. El presidente de la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conapyme), Héctor Sandoval, señaló que «para las pymes, aumentar en un 6% el costo de las cotizaciones previsionales es un tema complejo porque se encuentran en desventaja hoy respecto a otros empleadores».

Agregó que «vemos que no se ha observado que las pymes no están en su mejor momento y, por lo tanto, un incremento de las cotizaciones previsionales en un 6% implica un costo alto para ellas». «El aumento del 6% en sus costos disminuye considerablemente la posibilidad de que las pymes accedan a la PGU, a pesar de que sus aportes son comparables a los de los trabajadores dependientes. Los beneficios deberían ser proporcionales y no deberían excluirse simplemente por tener iniciación de actividades», enfatizó.

Así, la entidad instó a reconsiderar los aspectos de la reforma que consideran, «afectan desproporcionadamente» a las pymes y aboga por un enfoque que promueva la equidad y el fomento de la formalización empresarial.

/psg