Un alza cercana al 50% real es lo que ha experimentado en cuatro años el piso de pensión en Chile gracias a la puesta en marcha de la Pensión Garantizada Universal (PGU). Esto, considerando que en julio 2018 la Pensión Básica Solidaria (PBS) era de 3,95 UF, pero en julio de 2022 la PGU era de 5,86 UF, según muestra un informe de la Asociación de AFP.

Allí se detalla que en términos nominales la pensión subió de $107.304 en 2018 a $206.173 en 2022, lo que representa un incremento de 92,1%.

“El primer cambio significativo se legisló en noviembre del 2019, y para el 2020 la PBS experimentó un aumento de un 25% en términos nominales. Dos años después, cuando se cambió el instrumento a la PGU, en febrero de 2022, el piso de pensión se incrementó en un 34% nominal, llegando a $ 185.000″, explica el informe, donde agrega que luego, por los reajustes de IPC, en febrero de 2023 la PGU llegó a $ 206.173.

Y la cobertura también ha subido: los beneficiarios del Pilar Solidario aumentaron en un 47%, pasando de 1.507.592 pensionados en 2018 a 2.218.178 al cierre de 2022. De esta manera, el documento enseña que en los últimos años “el Pilar Solidario se ha robustecido en montos por beneficiario, gasto total y cobertura de pensionados”.

En esa línea, el gasto anual que se destina a pensiones solidarias subió desde US$ 1.765 millones en 2018 a US$ 5.211 millones en 2022, esto es casi tres veces más. Bajo este escenario, el informe dice que “el gasto fiscal en pensiones solidarias representaba 0,79% del PIB en 2018, aumentando a 1,7% del PIB en 2022″.

El director del Centro de Encuestas UC y expresidente de la comisión presidencial sobre pensiones en el segundo gobierno de Michelle Bachelet, David Bravo, indica que “el informe describe correctamente las estadísticas públicas que muestran la fuerte ampliación del pilar solidario que se ha materializado en los últimos años. Si se considera que esta era una recomendación precisa de la comisión asesora presidencial de 2015, se puede ver que esta dimensión del mejoramiento del sistema de pensiones se ha realizado a pesar de no haber llegado a acuerdo en los proyectos de ley de reforma”.

Por esto, el experto destaca que “tanto el pilar solidario como la PGU actual se integran con los ahorros de pensiones que realizan las personas en sus cuentas individuales. Por lo tanto, es bastante claro que el sistema actual de pensiones de Chile no es un sistema de cuentas individuales sino que un sistema que mezcla solidaridad con recursos fiscales y ahorro individual. Es este el sistema de pensiones desde el cual se deben plantear las reformas. Esto quiere decir que las pensiones que está entregando el actual sistema mixto, y las que entregará a futuro, se han elevado de manera importante aun sin reforma, es decir, ya han aumentado las pensiones actuales y las futuras, aunque los retiros representaron un retroceso. Por ello, un punto central para la discusión en la que nos encontramos es establecer cuáles son las magnitudes de pensiones a las que se debe apuntar como objetivo de la reforma (por ejemplo, utilizando información de las tasas de reemplazo de la OCDE) y luego evaluar las propuestas de reforma de acuerdo a cómo se cierra esta brecha”.

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