En lugar de apaciguarse, cada día se aviva más la polémica por los 13 indultos que empezaron siendo 11 y que informó el Gobierno el pasado 30 de diciembre (ver nota: Como elefante en cristalería: cuatro errores evitables de Boric y el gobierno en caso indultos). La última en agregar más combustible a un tema que ya estaba en llamas fue la ministra vocera, Camila Vallejo.

«Efectivamente, si el Presidente hubiera tenido todos los elementos a la vista, la situación hubiese sido distinta», aseveró ayer la ministra de la Secretaría General de Gobierno en punto de prensa, en el que además indicó que el error pasó por dos filtros: «el Ministerio de Justicia» y «la jefatura del Gabinete» del Presidente.

La actual crisis por la que atraviesan en La Moneda por cuenta de los errores, ya admitidos por el Ejecutivo, que se cometieron a la hora de dictar los indultos, con los que terminaron beneficiadas personas con prontuario previo al estallido, fue precisamente el tema que abordaron Pepe Auth, analista político y exdiputado; y Jaime Belollio, exministro y exparlamentario, en el podcast de El Líbero, ‘Política para adultos’.

«No creo en la responsabilidad de subalternos. Creo que hay desprolijidad en el cuidado desde la máxima figura, porque si vas a hacer algo así, estás consciente del impacto que puede tener, estás completamente claro del argumento que vas a defender y cuidas que los indultos se condigan con ese argumento, es decir, el estallido y nada más que el estallido, ningún delito previo».

Lo anterior lo indicó Auth en franca crítica a la postura que ha adoptado el Gobierno, al descargar la culpa de lo ocurrido sobre Marcela Ríos, que hasta el fin de semana fue ministra de Justicia y a quien el Presidente Gabriel Boric le aceptó la renuncia. «Lo de la ministra de Justicia fue obsceno; un chivo expiatorio completo», opinó Auth.

«No se ve bien el traslado de la equivocación a Marcela Ríos y al jefe de Gabinete», agregó, refiriéndose además a la salida de Matías Meza-Lopehandía, hasta el sábado mano derecha del Mandatario, y la ficha del círculo más cercano al Jefe de Estado que tuvo que abandonar el cargo.

En criterio de Auth fue repudiable que incluso se usara la figura de la firma delegada para que fuera la rúbrica de Ríos la que figurara en los decretos de indulto y no la del Presidente Boric, estando él en el país. «Fue para protegerse de eventuales consecuencias futuras», dijo.

El exministro Bellolio también fue crítico en cuanto al hecho de que el Jefe de Estado, después de la renuncia de Ríos, hubiera salido a enfatizar que las «desprolijidades» fueron responsabilidad de la exministra en la ejecución de una decisión que era de él.

«Es una cuestión bastante inédita, después de que un ministro renuncia o lo echan, que el Presidente salga a decir que hubo desprolijidades por parte de Justicia y que por eso lo sacaban. Es decir, es como repasarlo una vez que sale, igual que a su jefe de Gabinete», señaló.

El Presidente y la ministra vocera dieron los argumentos para la acusación constitucional contra Ríos

Y aunque la ahora exministra de Justicia Marcela Ríos entregó su renuncia, las aguas no se calmaron. Las bancadas de Chile Vamos en la Cámara de Diputados presentaron oficialmente la acusación constitucional en su contra. El argumento es que habría evidencia suficiente de «una ilegalidad e inconstitucionalidad clara en el otorgamiento de los indultos y, segundo, respecto a los beneficios penitenciarios otorgados en la Macrozona Sur».

Aseguran que se infringió la ley en siete indultos en los que se dejó en libertad a personas que tenían un prontuario considerable y que cometieron delitos graves.

Al respecto, Bellolio advirtió que fue precisamente el Gobierno quien dio las argumentos para la acusación constitucional que Chile Vamos concretó en contra de Ríos.

«Acaba de salir la comisión que va a revisar esa acusación, que es de mayoría de oposición, y creo que ahí va a haber un punto bien duro, precisamente por los argumentos que han dado el Presidente y la vocera. Ahí están los argumentos para ir a fundar esa acusación constitucional contra Ríos», aseveró Bellolio.

En cuanto a la situación de Ríos, Auth salió nuevamente en su defensa. «Toda la prensa del fin de semana habla de que hubo una corrección de la primera comunicación (cuando eran 11 los indultados) y que el Ministerio Justicia quiso eliminar los dos nombres para ser reemplazados. Entonces, si Justicia quiso eliminarlos y no fueron eliminados es porque el Gabinete de la Presidencia los agregó. Entiendo que corrigió y dijo: ‘No, no se reemplazan, se agregan’. Por lo tanto lo que parece evidente es que desde Justicia no se quiso indultar a la persona que tenía una condena a 10 años por robo con violencia e intimidación», dijo.

Bellolio: «El indulto puede ser nulo»

Una arista interesante a la que se refirió Bellolio fue a la posibilidad legal de que los indultos puedan ser declarados nulos.

«Lo que dice la vocera en el fondo es la tesis de que le entregaron mal la información y si eso es así y (el Presidente) no tomó todo eso en consideración, entonces el indulto puede ser nulo. La pregunta es por qué no lo retrotrae», plantea el exministro.

Bellolio también puso la lupa sobre el hecho de que durante su vocería, Vallejo entró en una confusión en cuanto a los derechos adquiridos de quienes fueron indultados y a la figura de la conmutación de la pena, que es un tipo de indulto diferente al que se aplicó en esta ocasión. «Aquí están en libertad condicional», explicó.

«Lamentablemente cada vez que el Gobierno sale a hablar para tratar de explicar los indultos comete otro error y sigue explicando lo inexplicable, se enreda más, se nota que es una argumentación simplemente política la que justifica estos indultos. A esta altura ya lo único que queda es que el Presidente pida disculpas y no sé si lo va a hacer», advirtió Bellolio.

En eso concidió con Auth. De acuerdo con el analista, lo que correspondía era que el Ejecutivo saliera de inmediato a reconocer el error, aunque advirtió que «nunca es tarde para disculparse».

«El consejo cuando alguien comete una equivocación de impacto público es siempre reconocerla de inmediato, porque cuanto tratas de cubrirla, al final te vas hundiendo en el fango y eso es lo que ha ocurrido», dijo.

Auth: El Presidente debió dictar los indultos «al primer mes», no a la par con la mesa de seguridad

Desde la perspectiva de Bellolio «es absolutamente contradictorio» que el Gobierno diga que quiere tener una agenda de seguridad y «al mismo tiempo indulte a delincuentes y de alguna manera justifique la violencia octubrista» (ver nota: Katherine Martorell: “Querían cerrar el acuerdo de seguridad y después dar el golpe de los indultos”).

En ese sentido, Auth apuntó que lo de los indultos era un compromiso del Presidente Boric con los partidos que lo apoyaron, pero que debió dictarlos apenas asumió el cargo (ver nota: La fórmula de Petro para indultar presos del estallido que no siguió Boric).

«Debió haberlo hecho al primer mes, cuando el humo del estallido tenía alguna estela, pero ya han pasado 3 años. El Presidente, sus asesores y todo el mundo debió haber sabido que el indulto iba a generar una corriente de rechazo muy mayoritaria que iba en contra de la tendencia al acuerdo transversal respecto de la seguridad, por lo tanto, tenían que haber tenido un cuidado extremo de poder argumentar en términos de la pacificación», sostuvo el analista, para quien incluir al exfrentista Jorge Mateluna entre los beneficiados no hizo más que «ensuciar el concepto».

El nuevo ministro de Justicia no ha sido juramentado y ya «partió mal»

El abogado Luis Cordero fue designado como ministro de Justicia, pero aún no ha sido juramentado porque no se encuentra en el país. Auth y Bellolio coincidieron en que parece una decisión acertada por parte del Gobierno, pero que «partió mal», advirtió este último, por la sanción que pesó en su contra en 2016, por un caso de plagio en la Universidad de Chile.

«Puede que esto pase piola, porque hay problemas mucho más graves, en términos de lo que dijo la vocera Vallejo y el propio Presidente en cuanto a los indultos», sostuvo Bellolio.

Por Diana Lozano Perafán para El Líbero

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