Hace pocos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la subvariante de Ómicron XBB.1.5 es la responsable del 70% de los contagios en los EEUU y comienza a perfilarse como dominante en el Reino Unido.

Además, este sublinaje conocido popularmente como “Kraken” se detectó en Francia, Alemania, los Países Bajos, España, Irlanda, Australia, Singapur e India. Y lo que preocupa a los expertos es que el rápido aumento de XBB.1.5 pueda deberse a nuevas mutaciones en el virus que lo ayuden a infectar mejor a las personas y eludir la protección de la vacunación y las infecciones previas.

En este contexto, el prestigioso científico Eric Topol, fundador y director del Scripps Research Translational Institute, profesor de medicina molecular y vicepresidente ejecutivo de Scripps Research de Estados Unidos, publicó una columna de opinión en el Washington Post en la que aseguró que “el mundo ha bajado la guardia ante el COVID-19″.

“Y la última forma dominante del virus, XBB.1.5, deja en claro que lo estamos haciendo justo cuando el virus encuentra nuevas formas de dañarnos”, destacó el experto en el artículo titulado El coronavirus está hablando. Está diciendo que no ha terminado con nosotros.

“La cepa XBB es la primera variante recombinante de rápida propagación, lo que significa que es una fusión de dos linajes de omicrones -explicó Topol en la publicación-. Su versión original provocó una ola de contagios en Singapur. Luego agregó dos mutaciones críticas para convertirse en XBB.1.5, que se detectó por primera vez en Nueva York”.

Y tras destacar que “estas dos mutaciones mantienen el alto nivel de escape inmunológico de XBB, al tiempo que agregan más ventajas de infectividad, lo que le da al virus una mejor capacidad para unirse a los receptores que lo introducen en las células”, el experto remarcó que “la variante identificada se ha vuelto rápidamente dominante en todo el noreste (de los EEUU) y está destinada a hacerlo en todo el país en las próximas semanas”.

Y agregó: “Además, está cobrando fuerza en muchos países europeos y asiáticos. Esto nos dice que XBB.1.5 no se queda atrás. Está superando a una sopa de nuevas variantes de Ómicron que han surgido en los últimos meses”.

Si bien para Topol “no hay indicios de que XBB.1.5 sea más patógeno o virulento, su capacidad de propagación parece sorprendente, dada la rapidez con la que alcanzó el dominio en Nueva York y los estados contiguos”.

Asimismo, las hospitalizaciones aumentaron entre las personas mayores a niveles que sólo había superado la primera ola de Ómicron. Sin embargo, el experto cree que “es difícil atribuir esto únicamente a XBB.1.5, dada la disminución de la inmunidad de la población, el uso menos frecuente de máscaras y otras medidas de mitigación, y las reuniones en interiores durante la temporada navideña”.

Así las cosas, sostuvo que “el aumento en las hospitalizaciones en estos estados es significativamente mayor que en otras regiones del país. Y son las personas mayores de 65 años quienes, junto con los inmunocomprometidos, son los más vulnerables”.

Acerca de qué se puede hacer para defenderse de XBB.1.5, Topol no tiene dudas: “Es esencial vacunarse con los refuerzos, como muestran los nuevos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Las personas mayores de 65 años que recibieron la vacuna bivalente tienen un 80% menos de probabilidades de ser hospitalizadas. Además, existe evidencia de que la vacuna bivalente, aunque se dirigió a la variante anterior BA.5, ayuda a inducir anticuerpos neutralizantes y amplía la inmunidad contra XBB.1.5. Más allá de los refuerzos, el uso de máscaras de alta calidad, las pruebas rápidas antes de las reuniones, el distanciamiento, la ventilación y la filtración del aire ayudarán a proteger contra las infecciones”.

Qué se puede esperar de cara al futuro

En su columna, el científico se preguntó si en el futuro se verán surgir toda una nueva familia de variantes que sean distintas de la familia Ómicron. Y se respondió: “Es completamente posible”.

A lo que agregó que el mundo “no está preparado para ello”. “La vigilancia genómica en todo el mundo ha disminuido un 90% desde principios de 2022, como lo reflejan las muestras secuenciadas depositadas en la Iniciativa mundial para compartir datos sobre la influenza aviar -analizó-. Eso es inaceptable. China se encuentra en medio de una crisis de COVID con una propagación sin paliativos, y podría convertirse en un caldo de cultivo para variantes funcionalmente importantes en los próximos meses”.

Y lo que más le preocupa a Topol es que “no hay esfuerzos coordinados, de alta prioridad, acelerados o incluso financiados, ni en los Estados Unidos ni a nivel mundial, para desarrollar las vacunas de próxima generación que bloquearán las infecciones, como las vacunas universales a prueba de variantes con una duración prolongada de la protección”. “Tampoco tenemos medicamentos para reemplazar los anticuerpos monoclonales que ya no funcionan ni para Paxlovid, en caso de que surja resistencia a ese tratamiento”, enfatizó.

Jacob Lemieux es médico especialista en enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, y si bien reconoció en una entrevista con The New York Times que el actual aumento de casos no coincidiría con el primer pico de Ómicron que experimentaron los estadounidenses hace un año, advirtió que XBB.1.5 podría empeorar lo que ya se perfila como un duro invierno de COVID. Para él, esto es debido a que “las personas se reúnen en el interior y no reciben refuerzos que puedan prevenir enfermedades graves”.

Una cosa de la que Lemieux y otros expertos están seguros es que XBB.1.5 no es el último capítulo en la evolución del coronavirus. De hecho, esperan que un descendiente de XBB.1.5 pronto obtenga mutaciones que lo hagan aún mejor para propagarse.

Es por eso que, al igual que Topol, consideró que “reducir la secuenciación fue un error, dada la cantidad de infecciones y muertes que el virus todavía está causando”.

“Hemos pasado de la complacencia a la franca capitulación en el momento equivocado. Si XBB.1.5 nos está diciendo una cosa, es que no podemos ser ajenos. Todos estamos cansados, pero nos enfrentamos a una fuerza que no lo está. Tenemos la inteligencia y el ingenio para finalmente adelantarnos al virus, pero la política y la falta de voluntad para invertir nos están frenando. No podemos permitirnos ese estancamiento”, concluyó Topol.

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