Los rusos se preguntan dónde está su presidente cuando más lo necesitan. Mientras los drones atacan Moscú y se suceden las incursiones enemigas en la frontera con Ucrania, el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, parece ausente y centrado exclusivamente en los asuntos más cotidianos.

«¿Por qué demonios permiten la llegada de esos drones a Moscú?», se preguntó Yevgueni Prigozhin, jefe del Grupo Wagner, haciéndose eco del sentir de muchos rusos.

Putin no se ha dirigido a la nación ni ha convocado al Consejo de Seguridad en ninguno de los últimos ataques contra territorio ruso y ni siquiera se ha desplazado a la región de Bélgorod, con diferencia la más afectada por la reciente escalada.

Con las elecciones presidenciales de 2024 a la vuelta de la esquina, el presidente parece más dubitativo e indeciso que nunca, según los analistas, a la espera de que China lo saque del atolladero ucraniano.

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