La economía tiene más probabilidades de lograr cerrar 2023 con cifras positivas de crecimiento. Es que poco a poco el mercado ve ese escenario como una probabilidad cierta de concretarse. Hoy las proyecciones del mercado fluctúan entre un -0,5% que tiene la Encuesta de Expectativas, el rango que fijó el Banco Central en su último Informe de Política Monetaria (Ipom) de entre -0,5% y 0,5% y la estimación de Hacienda de 0,3%.

Esta última previsión que hasta hace sólo unas semanas era calificada como optimista, ahora podría pasar a ser el punto medio que entregará el instituto emisor en el próximo Ipom que se publicará el 20 de junio.

Los economistas consultados, en su mayoría esperan que el ente rector ajuste su proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) en la parte baja, es decir, el rango pasará del -0,5% y 0,5% a uno entre -0,25% y 0,5%, con ello, el punto medio del rango ya se sitúa como levemente positivo alcanzando crecimiento de 0,1%.

“Estimamos que el BC fijará un rango entre -0,25 y 0,5%. Esta decisión podría tener un efecto señal importante para las expectativas del mercado dado que en el escenario más probable el PIB sería positivo este año. Importante destacar que, si el BC se inclina por el escenario pesimista, dejaría marginalmente fuera la actual proyección del ministerio de Hacienda en 0,3%”, afirma el economista jefe de Credicorp Capital Chile, Samuel Carrasco.

Carrasco argumenta que “las cifras de PIB del primer trimestre estuvieron en línea con el escenario base del BC, no obstante, la aceleración del gasto público ayudó a suavizar una caída más abrupta de lo esperado del consumo privado. A su vez, los primeros datos del segundo trimestre dan cuenta de una actividad económica algo más débil de lo anticipado”.

Arturo Claro, economista de Econsult, acota que “en relación al Ipom de marzo no han existido grandes sorpresas al escenario planteado por el Central, pero sí la economía se ha mostrado un poco más resiliente de lo esperado, sobre todo, el consumo”. Por esta razón, el experto dice que “esperamos que las proyecciones de crecimiento mejoren levemente solo en el rango inferior, pasando de -0,5/0,5% a -0,25/0,5%”.

Mientras que Martina Ogaz, economista de Euroamerica, subraya que “hasta lo que conocemos ahora sobre la actividad, hay probabilidades importantes de tener un PIB positivo este año”. No obstante, acotó que se “debe destacar que, si se da un caso como este, el dinamismo económico local estará muy alejado del potencial de nuestra economía, pese a haber sorteado un escenario que a comienzos de año era mucho más negativo”. En su escenario base prevé que el BC también subirá el rango a uno entre -0,25% y 0,5%. A esta misma proyección se suma la economista principal de BCI, Francisca Pérez, quien también espera un rango entre -0,25% y 0,5%.

Alejandro Fernández, economista de Gemines, espera que el ente rector mantenga su punto medio en 0%. “El comportamiento que tenga la economía sigue siendo muy incierto. Estamos hablando de muy pocas décimas. Si se mantiene el rango está implícito que es tan probable un resultado positivo o un negativo”, comenta el experto.

Una visión contraria es la que entrega el economista jefe de Bice, Marco Correa, quien espera un ajuste a la baja. “En general los últimos datos de actividad han estado en línea con el escenario base del Central, por lo que no debería haber cambios significativos en este sentido”. Sin embargo, acota que “por factores de riesgo internacional por el sistema financiero, quizás se ajusta levemente a la baja, a un rango de -0,75% a 0,25%”.

Pavimentando el camino para la baja de tasas

La mayoría de los expertos espera que el BC mantenga su proyección para la inflación en 4,6%. Esto, porque los precios se han ido reduciendo en línea con lo previsto por el ente rector, y por lo demás, las expectativas del mercado se han ido ajustando hacia esta previsión. De hecho, la Encuesta de Expectativa espera un 5%, por lo que no creen que sea necesario alguna modificación al alza.

“La proyección de 4,6% me parece un número muy razonable. No creo que haya argumentos para subirlo o bajarlo unas pocas décimas, pero puede terminar siendo algo menor”, acota Fernández.

Ogaz se suma a esta misma previsión, primero porque su proyección base es 4,6% para diciembre y lo segundo es porque “varias de estas variables macroeconómicas se han ajustado bastante al escenario central durante el segundo trimestre frente a un primer trimestre que dejo bastantes sorpresas”. Y Claro puntualiza que “la trayectoria de la inflación ha ido en línea con lo planteado por el Central en marzo, por lo que no esperamos una modificación importante a menos de que exista una sorpresa inflacionaria el jueves (hoy)”.

Dado este contexto, los economistas prevén que en este informe el ente rector comience a pavimentar con señales concretas que el inicio del recorte de la tasa de interés, que hoy se ubica en 11,25% comenzará en julio, a no ser que existan sorpresas negativas en el camino, aunque eso no está en el escenario base de ningún analista.

“En este Ipom, el BC debería señalar que su escenario base se mantiene, por lo que el corredor de la TPM que vimos en marzo sigue completamente vigente, insinuando que la baja sería en la próxima reunión, tal como se desprende de la información contenida en él. La diferencia sería que las bajas serían más graduales de lo anticipado”, explica Pérez, quien añade que en julio debería comenzar a concretarse las reducciones”. A estas previsiones se suma Carrasco, Ogaz y Fernández, quienes también prevé que el Central comience a recortar la tasa de interés en julio. “Esperamos que el consejo del Banco Central de señales más concretas de un próximo recorte de la Tasa de Política Monetaria se produzca durante el tercer trimestre y la magnitud de esta primera baja”, menciona Ogaz.

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