Un grupo de científicos desarrollaron una inteligencia artificial que tiene el potencial de evaluar si hay vida en Marte. El estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, describe un método que tiene una precisión cercana al 90% para evaluar muestras de vida pasada y presente en ese planeta.

El equipo, liderado por Jim Cleaves y Robert Hazen del Instituto Carnegie para la Ciencia en Washington, ha creado un método que no solo identifica moléculas específicas en una muestra, sino que también puede diferenciar entre muestras de naturaleza biótica, como plantas, animales y bacterias, y muestras de origen abiótico, como agua, suelo y atmósfera.

El doctor Hazen señaló que este logro podría cambiar radicalmente la forma en que buscamos vida extraterrestre y cómo comprendemos el origen de la vida en la Tierra. La IA entrenada para esta tarea se basa en una amplia gama de datos multidimensionales, extraídos de análisis moleculares de 134 muestras conocidas, tanto bióticas como abióticas, ricas en carbono.

Cómo funciona la IA para encontrar vida en Marte

El proceso de entrenamiento de la IA implicó el uso de muestras de seres vivos, como conchas, dientes, huesos, insectos, hojas y cabello humano, así como muestras de vida antigua que fueron alteradas por procesos geológicos a lo largo del tiempo, como carbón, petróleo, ámbar y fósiles ricos en carbono. También se incorporaron muestras de origen abiótico, como productos químicos puros de laboratorio y fragmentos de meteoritos con alto contenido de carbono.

Hasta ahora, determinar los orígenes de muchas muestras antiguas ricas en carbono había sido un desafío debido a la degradación que estas moléculas orgánicas experimentan con el tiempo. Sin embargo, la IA desarrollada por este equipo de científicos pudo detectar signos de biología conservada en algunas de estas muestras, en algunos casos, durante cientos de millones de años.

El doctor Cleaves destacó que este logro abre la puerta a la posibilidad de encontrar formas de vida completamente diferentes a las que conocemos en la Tierra en otros planetas, como Marte. Esto también podría arrojar luz sobre la cuestión fundamental de si la vida en la Tierra y en otros planetas tiene un origen común o diferente.

La inteligencia artificial utilizada en este estudio no es la única de su tipo que busca vida en Marte. Investigadores del Instituto de Astrobiología de la NASA también han empleado técnicas de aprendizaje automático y estadísticas ecológicas para desarrollar un modelo que logra una precisión del 88% en la detección de vida en entornos extremos, como el desierto de Atacama en Chile.

La capacidad de esta IA no se limita a detectar vida presente, sino que también puede ayudar a determinar si hubo vida en el pasado, lo que podría tener implicaciones significativas para nuestra comprensión de la historia de Marte y su capacidad para albergar vida en el pasado.

Uno de los aspectos más emocionantes de este avance es su aplicación potencial en misiones espaciales futuras. La IA podría utilizarse en naves espaciales robóticas, módulos de aterrizaje y vehículos exploradores para buscar signos de vida en tiempo real, lo que aceleraría la capacidad de los científicos para obtener respuestas sobre la existencia de vida en otros planetas.

El robot Curiosity de la NASA, que aterrizó en Marte hace 11 años, ha proporcionado indicios intrigantes de que el planeta rojo podría haber albergado vida en el pasado. Los descubrimientos de pistas sobre un clima cíclico y firmas de carbono en la superficie marciana han suscitado la esperanza de encontrar evidencia de vida.

Jim Cleaves, uno de los científicos detrás de este avance, mencionó que “tendremos que modificar nuestro método para que coincida con los protocolos de SAM (Análisis de Muestras en Marte, por sus siglas en inglés), pero es posible que ya tengamos datos disponibles para determinar si hay moléculas en Marte de una biosfera marciana orgánica”.

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