La tarde de este martes, el Presidente Gabriel Boric anunció a través de un punto de prensa en La Moneda la salida de Fernando Araos de la Subsecretaría de Redes Asistenciales. Esto, en medio de la crisis que desató en el Ministerio de Salud la muerte de una menor de dos meses en San Antonio, que fue llevada a un hospital con un cuadro grave de neumonía por virus sincicial y en el recinto no había ni una cama disponible para internarla.

La salida de Araos implica un duro golpe, una vez más, para el círculo cercano de Boric, aunque en el oficialismo destacan también que se trata de la caída del último bastión del legado de la ex ministra del Interior Izkia Siches.

Y es que en marzo de 2022 ella arribó al gobierno arrastrando al gabinete a dos de sus principales compañeros en el Colegio Médico, Araos y Cristóbal Cuadrado (subsecretario de Salud), con los que impulsó una crítica feroz en contra de la administración del Presidente Sebastián Piñera por el manejo de la pandemia.

Cuadrado ya había dejado su cargo en marzo pasado, también por problemas de gestión. Lo mismo que Siches, que durante los pocos meses que estuvo como jefa del gabinete, acumuló una decena errores no forzados que hicieron insostenible su permanencia.

Quienes conocen la interna del Ministerio de Salud, aseguran que la ministra Ximena Aguilera nunca estuvo cómoda ni con Araos ni con Cuadrado, ya que para ella, ninguno contaba con la experiencia necesaria para un cargo de esa magnitud y estaban ahí, más bien, por la cercanía con el Mandatario y con la ex ministra del Interior.

Tras la crisis desatada esta semana, la ministra habría pedido al Presidente la salida de Araos, algo que el Mandatario habría tenido en carpeta hace varios días.

“Fue prudente nombrar a alguien que no va a necesitar una curva de aprendizaje”, dijo Aguilera ayer tras el nombramiento del nuevo subsecretario, Osvaldo Salgado, quien fue subsecretario en el gobierno del Presidente Ricardo Lagos.

La influencia de Siches

«El team Colmed» aterrizó en el gobierno el 11 de marzo del 2022. Si bien Siches lo hizo en el Ministerio del Interior -y no en Salud como se esperaba-, dejó a Cuadrado y a Araos en dos puestos claves en esa secretaría, lo que en algunos sectores decían, dejaba el camino listo para una irrupción de la ex presidente del Colegio Médico en esa cartera en caso de naufragar en la jefatura de gabinete.

Los tres representaron la línea más dura de cuestionamiento al manejo de la pandemia.

La ex subsecretaria Paula Daza, de hecho, recordó la semana pasada cuando Siches los trató de «nefastos e infelices».

Cuadrado, por su parte, llegó incluso a acusar al gobierno en su cuenta de Twitter, de «negligencia criminal». «(…) Luego de 100 días de pandemia, el Gobierno de Chile sigue con su estrategia fracasada. Negligencia criminal con cómplices que lo defienden», escribió en junio de 2020 en Twitter.

Araos también fue crítico de la gestión. En su rol de secretario técnico del departamento de salud pública del Colmed, cuestionó por ejemplo, lo que consideraba una falta de ayudas sociales para las familias y que no se tomaran medidas más severas respecto a la movilidad de las personas.

En el oficialismo y el propio gobierno reconocen que el rol que cumplió el Colmed en criticar constantemente a la administración anterior por su manejo de la pandemia y el posterior aterrizaje de Siches en el comando fueron claves para que Boric llegara a La Moneda. De ahí que para el Mandatario no haya sido fácil tomar la decisión de sacar finalmente a Araos.

Problemas de gestión

La paradoja es que tras un año y tres meses, tanto Siches como los dos subsecretarios se encuentran fuera del gobierno por problemas de gestión.

La salida de Siches, fue de hecho uno de los primeros golpes a la línea más ideológica y de confianza de esta administración. Fueron seis meses en el cargo que estuvieron marcados por una serie de problemas y desaciertos en un ministerio clave.

Entre ellos estuvo la fallida visita a Temucuicui, cuando llegó a la zona para reunirse con Marcelo Catrillanca y su comitiva fue recibida con disparos. El hecho implicó el primer revés del gobierno en su intención de marcar un punto de inflexión frente a la violencia en La Araucanía.

Otro de los errores más recordados de la ex ministra fue cuando en la comisión de Seguridad de la Cámara aseguró que en el gobierno de Piñera, un avión con migrantes expulsados retornó a Chile con todos los pasajeros, información que finalmente era falsa.

En el ministerio de Salud, el ex subsecretario Cuadrado también tuvo que dejar el cargo, en marzo de este año, en medio de una serie de polémicas. Estuvo en el ojo del huracán cuando El Líbero dio a conocer que firmó un oficio que dejaba sin efecto el uso de los escáneres corporales (body scan) en recintos penitenciarios y del Sename, herramienta clave para detectar armas y drogas. El subsecretario tuvo que dar marcha atrás a su decisión.

Cuadrado también debió enfrentar problemas y cuestionamientos por el plan de vacunación por el Covid, que le costó incluso la renuncia de la ex jefa de Inmunizaciones del Minsal, Cecilia González, quien estuvo a cargo de todo el exitoso proceso de vacunación del Covid. Hoy, incluso, algunos apuntan a Cuadrado también como responsable de la tardía preparación del Minsal para la llegada de los virus respiratorios.

La caída de Araos

Araos, en tanto, dejó el cargo por la seguidilla de informaciones erróneas entregadas por las autoridades luego de la muerte de la menor de dos años en San Antonio, la semana pasada, que no tuvo cama disponible para ser atendida.

Posterior a su fallecimiento se supo que en la Clínica Las Condes había camas disponibles y que nadie del ministerio había llamado al recinto, que es lo que se debía hacer según el protocolo bajo alerta sanitaria.

En una primera versión dada en entrevista con CNN el jueves, Araos sostuvo que sí se estaba derivando a pacientes a esa clínica. Pero al día siguiente, el director médico de ese recinto dijo que no les habían enviado ningún paciente desde el servicio público por ley de urgencias.

Luego, el domingo, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, dijo que efectivamente no llamaron a la clínica porque “hay un fallo de Contraloría que impide comprar servicios a la Clínica Las Condes”. Pero Contraloría salió a desmentirla tajantemente, negando haber emitido un dictamen en ese sentido. Luego, a través de Twitter, el Ministerio de Salud tuvo que salir a pedir disculpa a la Contraloría por la confusión, pues el fallo había sido de la justicia laboral. Pero ayer se supo que a pesar del fallo, Clínica las Condes puede seguir recibiendo pacientes.

Este lunes, en un punto de prensa, Araos descartó la opción de renunciar y anunció un sumario para indagar las responsabilidades de que no se haya llamado a la Clínica Las Condes. Pero 24 horas después, su permanencia se hizo insostenible. Su salida la pedían tanto desde la oposición como desde el oficialismo.

Original de El Líbero

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