Despertar, estar consciente, pero no poder mover ni un solo músculo del cuerpo. Hay quienes pueden ver todo lo que sucede alrededor, pero el resto del cuerpo no responde, porque sigue dormido. A esto se le conoce como parálisis del sueño, un temido trastorno, en especial por las explicaciones que muchos le intentan dar.

Lo sobrenatural o paranormal siempre entra a la conversación a la hora de hablar de este fenómeno. Y no es para menos, pues hay quienes en este período incluso alucinan y aseguran ver ángeles, demonios, criaturas, fantasmas, extraterrestres e incluso familiares muertos. Un catálogo de intrusos que no son bienvenidos en el sueño.

Una causa mucho más mundana

Una mujer de 24 años, Victoria, que le dijo a la BBC que solo usaran su nombre de pila, dijo que a los 18 años tuvo su primera experiencia de parálisis del sueño. “Vi esta figura, con aspecto de gremlin, escondida detrás de mi cortina. Saltó sobre mi pecho. Pensé que había entrado en otra dimensión”, contó.

“Lo más aterrador fue que no podía gritar”.

Pero aunque estas extrañas visitas son comunes, para Baland Jalal, investigador del sueño de la Universidad de Harvard, la explicación es mucho más mundana. La explicación de la ciencia es que durante el sueño, nuestro cuerpo pasa por cuatro etapas. La final se llama Sueño de Movimientos Oculares Rápidos, más conocida como REM, que es cuando soñamos.

Durante el REM, el cerebro paraliza los músculos. Esto es para evitar que actúe físicamente en los sueños y lastimarse. Ahora, la parálisis del sueño sucede cuando una parte del cerebro despierta del REM antes de tiempo. Los científicos todavía no saben por qué pasa esto.

“Esto te hace sentir despierto. Pero la parte inferior de tu cerebro todavía está en REM y enviando neurotransmisores para paralizar tus músculos”, explicó Jalal. “La parte sensorial del cerebro se activa. Te estás despertando mentalmente, perceptivamente, pero físicamente todavía estás paralizado”.

Los problemas que trae la parálisis del sueño

Aunque algunas personas que sufren de este trastorno ya están “acostumbradas”, para muchos resulta una experiencia angustiante e, incluso, traumática.

El psicólogo clínico Brian Sharpless, actualmente profesor asociado en St Mary’s College of Maryland, realizó la revisión más completa hasta la fecha de la prevalencia de la afección en las personas. En ella, encontró que entre el 15 y 44% de las personas con este trastorno experimentan “angustia clínicamente significativa”.

El problema, más que la condición misma, es que los pacientes se obsesionan sobre cuándo podría ocurrir el próximo episodio, provocando ansiedad, miedo e incluso una especie de ataque de pánico.

En los casos más graves, la parálisis del sueño puede ser un signo de narcolepsia subyacente, una afección del sueño más grave en la que el cerebro no puede regular los patrones de sueño y vigilia, lo que hace que alguien se duerma en momentos inadecuados.

Los médicos creen que es probable sufrir de parálisis cuando uno está privado de sueño, ya que se fragmenta la arquitectura del sueño. Mientras que hay pacientes que reportan que cuando están acostados boca arriba, es más posible que lo experimenten, pero ninguna de estas explicaciones es clara.

¿El tratamiento? Lo más común es tratar de educar a los pacientes, informarles qué dice la ciencia sobre esta afección y, lo más importante, asegurarles que no corren peligro.

De la mano, también se utiliza la terapia de la meditación para reducir la ansiedad a la hora de acostarse y entrenarse para mantener la calma cuando se presente la parálisis del sueño.

En casos más graves, y después de ser evaluado por especialistas, se pueden considerar medicamentos, incluidos los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) que se utilizan para tratar la depresión, pero que tienen un efecto secundario que es suprimir el sueño en la etapa REM.

En casos más graves, se pueden considerar medicamentos, incluidos los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que normalmente se usan para tratar la depresión pero tienen el efecto secundario de suprimir el sueño REM.

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