La actividad económica cerró el primer semestre con una caída de 1% anual, luego que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) de junio registrara una contracción de 1% en relación al mismo mes del año pasado. Esas cifras acentuaron, además, las perspectivas de que el Producto Interno Bruto (PIB) se contraerá este año. Sin embargo, una visión distinta entrega Clapes UC.

Primero su índice de recesión de julio redujo las probabilidades de que la economía se contraiga durante los próximos dos trimestres. Con esto, además, es menor probable que en términos anuales registre una caída.

De acuerdo al informe, en julio, la probabilidad de recesión disminuyó con respecto al mes anterior de acuerdo con diez de los doce modelos estimados. “Tres modelos estiman una probabilidad sobre 40%. De ellos, ninguno estima una probabilidad mayor a 50%”, detalla el informe. Así, la probabilidad promedio de los modelos estimados es de 30% el mes de julio, versus un 44% el mes de junio y es además el porcentaje más bajo para este año.

En Clapes UC explican que la disminución se explica principalmente por un mejor desempeño del IPSA, un menor índice de incertidumbre económica el mes anterior, la mayor actividad manufacturera en EE.UU. y un alza en la variación interanual del precio del cobre, lo que no ocurría hace catorce meses.

El coordinador macroeconómico de Clapes UC, Hermann González, sostiene que este indicador mide la probabilidad de que la economía tenga una recesión, definida como caídas consecutivas de la actividad. “Nuestras proyecciones de Imacec para los próximos meses nos muestran cifras mejores y que incluso serán positivas hacia fines de año. Esa visión de mejores cifras en el segundo semestre se ratifica con estos indicadores que hacemos seguimiento y que lo usamos para la estimación de recesión”, sostiene González.

Según precisa González, este indicador muestra que es probable que la economía no siga contrayéndose en el segundo semestre. “Ahora en el balance, lo único que uno puede decir es que la caída anual será menor a la que hubo en el primer semestre (-1%). La magnitud dependerá de qué tan fuerte sean las mejores cifras que veamos durante la segunda parte del año. Eso determinará el balance de 2023″, comenta el experto, quien agrega que lo claro es que “no se seguirá acentuando la caída de la actividad económica que tuvimos en la primera parte del año”.

Una de las razones que también permiten explicar la reducción de las probabilidades de recesión se debe a que los indicadores de incertidumbre han disminuido. Y para González eso se debe a que luego del rechazo de la propuesta constitucional se asumió que los cambios y las reformas que iba a realizar este gobierno serían más moderadas y consensuadas. Eso ha generado que la incertidumbre se vaya disipando. Ahora tenemos un escenario de mayor consenso y gradualidad en las reformas, tanto estructurales como el cambio a la constitución”, subraya el economista.

Dado este escenario que se describe, González espera que este año el PIB pueda “ser marginalmente positiva, en un rango entre 0% y 0,5%”. Esta previsión está en línea con lo que proyecta Hacienda en el último Informe de Finanzas Públicas (IFP) del segundo trimestre donde fijó un crecimiento de 0,2%.

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