Imagen

Imagen

Está asumido, como si fuera una ley escrita del fútbol: en los partidos de Copas hay que estar muy concentrados y evitar equivocarse. Porque cualquier equivocación termina en un gol en contra.

Si es asi, parece que los jugadores de Coquimbo Unido y Racing no leyeron ese capítulo.

Porque este partido jugado en el estadio Sánchez Rumoroso por la tercera fecha de la Copa Sudamericana estuvo plagado de errores. Y en algunos casos, lisa y llanamente fueron «horrores».

Partiendo por la apertura de la cuenta. Poco antes de los 10 minutos cuando los equipos recién se están acomodando en la cancha.

Es muy bueno el pase en profundidad de Almendra, pero Diego Sánchez salió oportunamente para anticiparse a Solari. Sin embargo, inexplicablemente «El Mono» no controló la pelota, se la dejó servida al hermano del «Pibe» para que la mandara al fondo del arco desguarnecido

El gol le sirvió a Racing para comenzar a controlar al partido, manejando el partido y buscando la salida rápida por las puntas.

No se veía por donde podía llegar el empate.

Sin embargo, lo impensado: una pelota fácil que García Basso tocó hacia atrás y Gabriel Arias la quiso parar y se le fue por debajo del pie

Empate 1-1 con pocos minutos para que terminara el primer y un gran envión anímico para Coquimbo.

Sin embargo, los errores seguían siendo protagonistas en este partido, porque en la última jugada de la etapa inicial Barrera llegó a destiempo a una pelota que no presagiaba ningún peligro y terminó golpeando claramente a Maxi Salas

Penal, infantil, pero incuestionable

La ejecución de «Maravilla» Martínez fue impecable y Racing se encontró con una ventaja impensada antes de irse al descanso.

De vuelta ya para concluir con estos errores absolutamente gravitantes en el resultado, le tocó su turno al árbitro colombiano Betancourt.

Minuto 59´ y un pelotazo extraordinario de Cabral le permitió picar a Chavez. El «Comandante» bajó la pelota claramente con el pecho y con un zurdazo terrible la clavó en un ángulo.

Era golazo y así lo celebraban los jugadores de Coquimbo.

Sin embargo, el pito cafetero no validó el gol y al anularlo indicó que el delantero «pirata» había bajado la pelota con el brazo.

Nunca fue. Gol absolutamente legítimo. Y el VAR colaboró con lo que claramente fue un despojo para el conjunto chileno.

Porque después, pese a todo lo que dominó y las muchas llegadas que hubo al arco de Racing, no hubo modificaciones en el marcador. En ese sentido, Gabriel Arias se rehabilitó plenamente, lo mismo que «El Mono» Sánchez, que en las contras tuvo un par de mano a mano en los que salió plenamente airoso.

Racing regresa a Argentina con tres puntos que claramente no merecía.  Y Coquimbo Unido se queda con las manos vacías, pero con la íntima satisfacción de haber competido de igual a igual con un equipo grande de Sudamerica.

Aparte de haberle demostrado una vez más a Ricardo Gareca que en provincias también hay jugadores que merecen estar en la selección chilena. Como Luciano Cabral, por ejemplo, hoy por hoy por lejos el mejor volante creativo de nuestro fútbolImagen

/José Pablo Verdugo. Fotos: twitter Coquimbo Unido y Racing. Videos DirecTV Sports