El riesgo que corre Giorgio Jackson en la acusación que enfrenta en su contra en la Cámara de Diputados y que se vota este jueves inquieta al gobierno. El ministro de Desarrollo Social deberá dar la cara ante el libelo levantado por la bancada del Partido Republicano, en el que se le acusa, entre otras cosas, por “abandono de deberes” y “faltar a la probidad”, según explicó el diputado Johannes Kaiser (PR), parte del grupo de diputados que presentó la moción.

Ello ha llevado a que tanto los ministros del comité político de La Moneda como el propio Jackson refuercen las gestiones en pos de asegurar su continuidad como ministro de Estado y, sobre todo, evitando que el juicio político llegue al Senado, que es donde el exdiputado cosechó peores relaciones mientras fue titular de la Segpres.

Pero no solo eso es lo que le juega en contra. También -sobre todo para la actual oposición- no es baladí el número de acusaciones constitucionales que apoyó el jefe de Desarrollo Social en sus ocho años en la Cámara Baja, y sobre todo durante el último gobierno de Sebastián Piñera.

El conteo no es menor: de las 14 acusaciones que se presentaron en total en sus dos periodos como diputado, Jackson votó 11 a favor. La última -en noviembre de 2021- fue con una recordada transmisión por live incluida mientras manejaba desde Santiago a Valparaíso para aprobar el segundo libelo en contra del entonces Presidente Piñera por su rol en los Pandora Papers. Todo porque su voto era casi decisivo. Tanto, que el diputado PS Jaime Naranjo estuvo dispuesto a hablar 15 horas seguidas para asegurar que el entonces diputado llegara al Congreso a apoyarlo.

Las tres del primer periodo

Jackson arribó al Parlamento el año 2014 como independiente, en representación del céntrico distrito 22. Fue parte de la “bancada estudiantil” junto a sus actuales compañeros de ruta en el oficialismo: el presidente la República, Gabriel Boric (CS), la ministra Secretaria General de Gobierno, Camila Vallejo (PC), y la diputada Karol Cariola (PC).

Durante su primer periodo, le tocó votar en tres acusaciones constitucionales. La primera de ellas fue en 2014, contra el ministro de la Corte Suprema, Héctor Carreño, el que fue acusado por diputados del Partido Socialista (Fidel Espinoza, Luis Rocafull, Maya Fernández), PPD (Tucapel Jimenez y Cristina Girardi) y Democracia Cristiana (René Saffirio, Iván Flores y Ricardo Rincón) y la diputada independiente Alejandra Sepúlveda por presuntamente haber ocultado un informe sobre violación de derechos de niños del antiguo Sename. Posteriormente -en 2015 y 2016- la derecha (Chile Vamos e independientes) presentarían los libelos en contra de las ministras de Justicia y Salud, respectivamente, del segundo gobierno de Michelle Bachelet: Javiera Blanco y Carmen Castillo.

En el primer caso, Jackson estuvo en contra de la cuestión previa, primera instancia de una acusación, y a favor de la acusación como tal en contra de Carreño, la que fue desestimada en la Cámara por no alcanzar el quórum requerido. En cuanto a las acusaciones en contra de Blanco y Castillo, Jackson votó acorde a la Nueva Mayoría, coalición de gobierno de entonces, rechazando los libelos al aprobar la cuestión previa.

En su segundo período como diputado -esta vez por el distrito 10 y como militante de Revolución Democrática- las cosas cambiarían.

Previo al estallido social -que fue donde en adelante las acusaciones constitucionales se transformaron en una herramienta recurrente-, pasaron por la sala de la Cámara cinco autoridades: Emilio Santelices, ministro de Salud del expresidente Sebastián Piñera, por la aplicación de la ley del aborto en tres causales (2018); Hugo Dolmstech, Carlos Künsemüller y Manuel Valderrama, ministros de la Corte Suprema -por dejar en libertad a presos de Punta Peuco (2018)-; y Marcela Cubillos, ministra de Educación (2019). Todos estos libelos fueron presentados por el Frente Amplio, coalición de Jackson.

En todos estos casos, el entonces diputado votó a favor de las acusaciones, aunque ninguno de esos prosperó: tanto en el caso de Cubillos y los ministros de la Corte no alcanzaron el quórum necesario para ésta avanzara al Senado, mientras que Santelices convenció a los diputados, que aprobaron el primer trámite de la acusación, la cuestión previa.

Estallido de acusaciones

Tras octubre de 2019, el Frente Amplio empujó una seguidilla de acusaciones. El estallido cobró como primera víctima al exministro del Interior, Andrés Chadwick (UDI), en noviembre de ese año, en lo que fue un duro golpe al gobierno de Piñera. El libelo de Chadwick llegó al Senado, donde se selló su caída y, con ello, su prohibición de optar a cargos públicos por cinco años. Jackson estuvo a favor de la acusación en la Cámara.

Pero no sería ese el gran bastión. Solo una semana después, en diciembre de 2019, se votó una acusación -también empujada por el FA- en contra del entonces presidente Sebastián Piñera. Aunque fue rechazada en la Cámara, Jackson nuevamente estuvo a favor.

A Piñera le seguiría el intendente de la Región Metropolitana para esos meses del estallido, Felipe Guevara (2020), también acusado por el FA por las medidas de contención y copamiento de Carabineros en la RM durante el estallido en 2019. El exministro votó a favor del libelo, pero este no prosperó en el Senado.

En septiembre de 2020, el Congreso debió pronunciarse ante la acusación que presentaron diputados de derecha y centro -como Andrés Longton (RN), Daniel Verdessi (DC)- en contra de la jueza Silvana Donoso, de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, luego de estallar el caso de Ámbar Cornejo. A ella se le asignó responsabilidad por otorgarle la libertad condicional a Hugo Bustamente, quien asesinó y descuartizó a la adolescente. En esa ocasión, Jackson votó en contra del libelo, transformándose en la tercera vez en que rechazó uno en su carrera de parlamentario. La acusación avanzó hacia el Senado, pero fue desestimada.

Ya hacia el final del gobierno de Piñera se sumaron cuatro acusaciones: tres hacia ministros, y una más hacia el propio Presidente.

En 2020, diputados de oposición al gobierno de Piñera llevaron a la Cámara sendos libelos en contra de Jaime Mañalich (Salud) y Víctor Pérez (UDI, Interior). El primero,o por su gestión durante los primeros meses de la pandemia sanitaria, mientras que en el caso de Pérez fue, nuevamente, por la acción de Carabineros y el resguardo de derechos humanos de la institución -resaltado por el joven que cayó al río Mapocho, presuntamente empujado por un uniformado desde el puente Pío Nono-. Jackson votó a favor en ambos casos. Sin embargo, la de Mañalich no prosperó en el Senado, mientras que la de Pérez aunque avanzó a la Cámara Alta, fue desestimada luego de que el exministro renunciara a su cargo antes de que se votara en esa institución.

Raúl Figueroa (Educación) fue acusado en 2021. El juicio político trató sobre la apertura de colegios cuando el control de la pandemia no era garante de la seguridad de los estudiantes ni de sus familias, según estipularon los diputados y diputadas que apoyaron la moción de izquierda y centroizquierda (PC, Comunes, CS, PS, PPD, PH y Partido Radical). Jackson también votó a favor en esa oportunidad. La acusación no superó la valla de la Cámara de Diputados.

 

El último libelo, que se votó en noviembre 2021 contra Piñera, ocurrió luego de la difusión de los Pandora Papers, lo que comprometió al exmandatario con los proyectos de Minera Dominga. Esta moción fue levantada por el propio Jackson y votada a favor por él luego de que arribara al Congreso después de las 15 horas de discurso del diputado socialista Jaime Naranjo -en el llamado Naranjazo-, a la espera de que el diputado quedase libre de la cuarentena por Covid-19 que le impedía asistir a la Cámara. Aunque la acusación pasó la barrera de los diputados, fue desestimada en el Senado.

La acusación en contra del ministro de Desarrollo Social se estudiará este jueves por la mañana en la Cámara de Diputados y Diputadas.